Estas son las razones más comunes por las que las parejas pelean

Antes de que me fuera a vivir con alguien, escuché muchas veces a personas que me decían que tuviera paciencia y que las relaciones cambiaban con la convivencia diaria. Y aunque lo escuché muchas veces, nunca lo creí igual que cuando no llevaba ni dos semanas viviendo con mi novio y estábamos a punto de separarnos. La verdad es que no es igual quedarte de pronto en casa del otro, o incluso ir de viaje por un mes, que vivir todos los días al lado de la otra persona.

La aplicación Lasting, dedicada a ayuda matrimonial, revisó las causas más usuales por las que las parejas que viven juntas pelean.

La limpieza del hogar

Es todo un asunto, y aquí partimos de que las labores tendrían que dividirse de forma equitativa. Pero va más allá, pues es muy probable que uno de los dos sienta que está haciendo más que el otro, o que uno prefiera las labores del otro, o simplemente que uno de los dos no haga todo lo que se suponía que le correspondía.

Lo importante es que lleguen a un acuerdo, que puedan elegir entre lo que más les gusta (o les disgusta menos) y dividir lo que a ninguno le gusta. También necesitan asumir su responsabilidad para que ninguno de los dos tenga que presionar al otro, pues es ahí dónde comienza la tensión.

Cómo debe limpiarse

¡Sí! Parecería que en el punto anterior terminaría el tema, pero no, otra de las causas más comunes es que cada uno tiene distintos puntos de vista sobre cómo tiene que limpiarse y qué es que algo esté limpio. De los trastes a la limpieza del baño, cada uno tendrá concepciones distintas sobre cómo debe hacerse. Como en lo demás, es necesario que tengan un punto medio, no creer que el otro no puede hacerse cargo, ni solamente dejarlo pasar. Especialmente cuando está de por medio la salud de ambos.

La frecuencia del sexo

El cansancio, la diferencia de horarios, la falta de interés, hacen que en ocasiones sea difícil encontrar el momento adecuado para tener sexo, o que éste sea incompatible para los dos. Al final, uno termina por sentirse insatisfecho, o el otro se siente presionado.

Para evitar peleas e inseguridades, se requiere de diálogo para encontrar un punto medio en lo que funciona para ustedes sin compararse con otras parejas o con ustedes en otro momento. Es natural que cambie la frecuencia y que no sea lo mismo que al principio, pero ambos tienen que poner de su parte para encontrar el espacio, sin que ninguno se sienta forzado.

La administración del dinero

A pesar de que cada uno esté a cargo de sus finanzas, el dinero suele ser un tema controversial. Si uno pagó más que el otro, si uno gana más y paga lo mismo que el otro, o si uno gasta en cosas que al otro le parecen superfluas.

Es necesario que ambos hagan un presupuesto de las cosas que quieren comprar en común o de los planes que quieren hacer, desde una televisión nueva o un viaje al extranjero. Hablen de cuánto están dispuestos a ahorrar cada uno y en cuánto tiempo. Y después de eso, hagan uso de su libertad para usar el dinero en lo que cada uno encuentre más satisfactorio, aunque para el otro no lo sea.

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