“Me gustan las mujeres gordas y no estoy enfermo”

“Me gustan las mujeres gordas y no estoy enfermo”
“Me gustan las mujeres gordas y no estoy enfermo”
Recibe lo mejor de nuestro contenido en tu correo SUSCRÍBETE

Al hacer click en Suscribirme quedarás registrad@ a nuestro boletín el cual podrás cancelar en cualquier momento.

Aunque me encantaría pensar que no hay necesidad de hacer una diferencia y que esta carta pudiera haber empezado con “Me gustan las mujeres” y punto, la realidad es que ser gorda todavía tiene un estigma.


Afortunadamente esto está cambiando. Afortunadamente vamos hacia un mundo en el que la palabra gorda es sólo un adjetivo y no un insulto, pero en el camino las mujeres, gordas y flacas, necesitamos seguirnos reconciliando con el espejo.


Más o menos en ese sentido va esta carta que nos encontramos en Ravishly, una carta de un hombre que ama a las mujeres y quiere ayudarnos en esta lucha que todas tenemos con aceptar nuestro cuerpo tal como es:


Amo a las chicas gordas… Se siente bien decirlo.


De hecho, amo a todas las mujeres. La lista (a falta de un mejor término) de mujeres con las que he salido o con las que he estado va en una gama desde súper delgadas a gordas y de regreso. Mi ex esposa pesaba 47 kilos y mi novia actual pesa el doble. Las dos son sumamente atractivas. Amo todo tipo de cuerpo.


Pero… sí tengo una afinidad especial por las chicas con curvas. Gruesas. Voluptuosas. O sencillamente gordas.


Hasta hace poco, GORDA era un término completamente negativo. Nadie quería ser asociado con la gordura. Pero eso está cambiando. El Internet ha dado espacio a un creciente movimiento de aceptación corporal, liderado por muchos individuos que están dispuestos a levantarse y decir “Sí, soy gorda. ¿Y qué crees? No me importa. Voy a vivir y a amar y a reír y a tener sexo y a casarme y a hacer todo eso que las personas no gordas hacen y no me voy a avergonzar por nada”.


Es algo hermoso de verse… La vida es demasiado corta como para NO vivirla bajo tus propios términos. Estos pioneros están redefiniendo la palabra “gordo” como algo positivo. Estamos aprendiendo que ser gordo no es un pecado, es sólo una talla. La gordura no define a alguien, es sólo un adjetivo.


Con este movimiento de aceptación corporal que sigue creciendo, más mujeres plus size están modelando, posando desnudas o semi desnudas y ganando millones de seguidores. Un cambio cultural se está gestando. Estamos empezando a amar a la gente por ser gente, y las mujeres gordas son tan merecedoras de este amor como cualquier otra. Muchos hombres ya no dudan en expresar su amor y admiración por mujeres gordas.


Yo soy uno de ellos.


Mi actual novia es una chica gorda. Una chica curveada, sexy y gorda (que no tendría ningún problema para encontrar a una persona si estuviera soltera). La amo. La adoro.


La amo por su tamaño, no a pesar de él. Y la amo más allá de su talla. La amo por la mujer que es, por su personalidad, su fuerza, su risa. No soy un fetichista de mujeres gordas. La escojo porque su cuerpo es parte de lo que la hace increíble y deseable. Es parte de un rompecabezas maravilloso que hace a la mujer que amo.


El mundo sigue preguntando “¿Cómo puedes amar a una chica gorda? ¿Cómo amas a una chica gorda?” Es muy simple: la amas y punto.


La das respeto, amor, dulzura, fuerza, confianza y buenas conversaciones. La besas cuando la saludas, la abrazas. La llevas a una cita y la haces sentir la maravillosa reina que es. Le haces el amor con todo lo que tienes y no terminas hasta que ella esté satisfecha. La haces reír. La consuelas cuando llora. Le dices que es hermosa y maravillosa.


Cuando el mundo te pregunte cómo se puede amar a una mujer gorda diles: simplemente lo haces.


 

Compartir en Facebook compartir en twitter, se abrirá en otra ventana Compartir en Pinterest Agregar a favoritos Enviar por correo electrónico