Nalgadas eróticas

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Es curioso que la idea de que alguien nos dé nalgadas pueda ser considerada como erótica. Algo que solía ser un castigo para niños se ha convertido en una práctica popular en la cama. Más allá de las implicaciones eróticas que tiene hacer algo tan “tabú” en la privacidad de tu cuarto, puede haber una razón física por la que las nalgadas suaves son placenteras.

 

La autora de “Amar diferente: el mundo de la dominancia sexual y sumisión”, Gloria Brame, considera que tiene que ver con más que el ligero dolor. “Creo que tiene que ver con el delicioso ardor y el delicioso calor, y las deliciosas vibraciones que manda por toda la región”.

 

Los glúteos son una zona erógena poco explotada. Muchas de nosotras acumulamos tensión justo ahí por las horas de estar sentadas en la oficina. Los golpecitos ligeros pueden ser una forma de masaje que estimula la circulación del área y te ayuda a relajar los músculos. Si quieres intentarlo con tu pareja te damos algunos tips para empezar.

 

1. Ser atrevida

 

Si le tienes mucha confianza a tu pareja puedes darle una palmadita en la cama o pedirle ahí mismo que lo haga por ti. Es más espontáneo y funciona bien para las parejas que tienen buena comunicación y conocen sus límites.

 

2. Hablarlo primero

 

Si tu chico no responde tan bien al cambio y no es muy arriesgado en la cama lo puedes platicar antes de. Sugiéreselo en una conversación con un poco de vino y platiquen acerca de los gustos de cada quien y la fuerza con la que quieres que te traten (o tratarlo).

 

3. Comienza con un masaje

 

Es una buena forma de iniciarte en esto de las palmadas en el trasero. Dale un buen masaje (o pídele que lo haga por ti) usando un aceite especial para esto o incluso uno de los que se calientan con el tacto. Esto hará maravillas más adelante cuando comiences a incorporar las palmaditas.

 

4. Evita el coxis

 

Concentra tus atenciones lejos de la espalda baja para que no te equivoques y no duela (mucho) la palmada. Lo que quieres es estimular la circulación del glúteo, no detener la acción porque de pronto ya no es sexy.

 

5. Si te gusta lo fuerte…

 

Si te vas a iniciar en esto del sexo rudo y piensas usar algo más que la mano para las nalgadas (como los látigos o paletas de madera) es indispensable que tengas una palabra de seguridad. Una palabra que no se relacione en lo más mínimo con el sexo (como “florecita” o “chocolate”) que los dos estén de acuerdo en usar para detener la acción en seco. Esto es importante para que nada se salga de control.

 

Recuerda que esto de las nalgadas no sabe de géneros, pueden dártelas a ti o tu dárselas a tu pareja. Todo es cuestión de gustos y mientras los dos estén de acuerdo vale la pena experimentar.

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