Por qué decidí ser la amante

Se dice que cuando una mujer acepta ser la amante es porque no tiene autoestima, ama demasiado al hombre o no le importa compartirlo pero, ¿qué pasaría si te dijera que hay mujeres que sólo disfrutan serlo? Aquí una historia que debes leer: 

"Un shot de mezcal por el anillo rechazado, uno más por el amor de mi vida perdido y uno más por la decisión que acabo de tomar: ser la amante.

Te voy aclarar algo, no quiero que me compadezcas.

Cuando leas esto y mucho menos esperes una historia de amor donde las circunstancias me llevan a ponerme en el papel de “la pobre mujer enamorada de las migajas de alguien más”; ¡oh, no! en esta ocasión yo decidí hacerlo y no por amor, sino por el simple placer de serlo.

Si escribo esto, es porque quiero que veas que no todas las que somos amantes, necesitamos de un sueño de amor.

Tomé la decisión de ser la amante porque él me gusta y yo le gusto.

Digo no es que de pronto en medio de una cena el hombre llegue y te pida, cual si fuera propuesta de matrimonio, si deseas compartir la cama; simplemente se da, pero tenía claro lo qué quería de él: disfrutarlo y dejarnos llevar.

Tenía mis sospechas de que tenía una relación, pero no me importó. Total yo no busco en el amor.

En esta vida hay dos tipos de amantes: las que por “amor” quieren estar cerca de un hombre y no importa bajo qué circunstancias aceptan compartir su cama, su corazón y su dignidad con otra mujer; y las que implemente buscan pasar un buen rato, sin compromisos y dejarse llevar hasta encontrar a alguien que las haga sentar la cabeza (como en mi caso). 

F ( así lo llamaré) tiene amor y yo tengo libertad, es por eso que me atrevo a ser la amante. 

Sé que es temporal como todo en esta vida.

Cuando los dos estemos satisfechos sé que se acabará nuestra relación y cada quién seguirá su vida, porque así es esto.

Cuando alguien quiere un amante es porque le falta algo y porque... lo prohibido sabe mejor.

Te daré un consejo: si quieres ser de las que gozan serlo, debes aprender a no tener sentimientos.

Así de sencillo, entre menos te generes expectativas, creas que el hombre dejará a su pareja por ti  y tengas claro que sólo quieres sexo,  estarás bien; sino, olvídate por completo de tener paz.

Para ser amante se necesita tener sangre de hielo.  Y no todas están dispuestas a lograrlo.

¿Qué si no temo que se me regrese todo lo que he hecho?

Tal vez, pero en este momento no trato de hacerlo.

Todo en esta vida se paga y tal vez por eso escribo esto para advertirte a lo que te puedes enfrentar si decides ser una amante. 

-Beba Rodríguez