“Bajé 50 kilos y aún odio mi cuerpo”

“Bajé 50 kilos y sigo  odiando mi cuerpo” / Especial
“Bajé 50 kilos y sigo odiando mi cuerpo” / Especial
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¿Cómo es posible que después de perder los kilos de más una persona siga odiando su cuerpo? Esto le pasó a Elna Baker, quien se sometió a una cirugía para retirar el exceso de piel después de bajar 50 kilos.


“Era obesa, pesaba  120 kilos. Cuando tenía veintipocos me puse a dieta y perdí 49 kilos. Me había imaginado que la pérdida de peso sería como esa escena de La Sirenita en la que Ariel mira sus nuevas piernas con incredulidad.

 

Pero no fue así.No me malinterpreten: estaba contenta por haber perdido peso, pero las fotos del antes y el después que vemos en los anuncios son mentira. Tras librarme de esos kilos tenía tanta piel extra que podía tumbarme de lado, estirarla de un costado al otro y aún me sobraba medio pie –un pie equivale a unos 30 centímetros–”.

 


Cortesía: Jessica Peterson


Baker decidió compartir con el mundo las imágenes de cómo quedó su piel después de perder tanto peso y antes de someterse a la cirugía.


La escritora tuvo que someterse a 4 operaciones en donde le retiraron 15 centímetros de piel de su cintura y 5 kilos de piel en total:


“Ni la cirugía pudo solucionar el problema. Tengo una cicatriz alrededor de la cintura, como si un mago me hubiera cortado por la mitad, y otras 2  marcas que recorren mis piernas.


Me cuelga pellejo de mis brazos y muslos y si me inclino mis tetas parecen dos bolsas vacías. Así que no me gusta que me vean desnuda”.



Cortesía: Jessica Peterson


“Ya estoy harta de luchar por la puta belleza”


Sin embargo, después de su ardua lucha por aceptarse a sí misma como es, Elna por fin llegó a una brillante conclusión:


En lugar de ser dueña de mi cuerpo, dejé que el mundo me dijera lo que tenía que ser y cómo se suponía que tenía que lucir.


Me alimento de la vergüenza y el odio hacía mí misma porque me da motivos para luchar. No sé ustedes, pero yo estoy harta de luchar por la puta belleza. Ha ocupado la mitad de mi tiempo durante los últimos 20 años y me ha robado la oportunidad de hacer cosas importantes”.



Cortesía: Jessica Peterson


Hoy Elna trata de aceptarse a sí misma pero le sigue siendo difícil reconocer su cuerpo: “Creo que el mundo nos sitúa cerca de estándares imposibles. Se espera que las mujeres seamos símbolos sexuales perfectos.


Cuanto menos me exija seguir esa norma y antes empiece a esforzarme por ser sana y sentirme bien en mi propia piel, más cerca estaré de aceptar el cuerpo que tengo”.



Cortesía: Jessica Peterson


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