¿Cómo conseguir una buena lubricación?

Cómo conseguir una buena lubricación vaginal
Cómo conseguir una buena lubricación vaginal
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Es verdad que los lubricantes han pasado a ser complemento imprescindible en la vida sexual de muchas parejas. Representan una gran ayuda, no solo para las mujeres maduras, sino para todas las edades. Además, gracias a la industria del juguete erótico que les ha añadido sabores, olores y propiedades afrodisíacas, los lubricantes se han convertido en gadgets sexuales divertidos.


Sin embargo, cuando tenemos que recurrir constantemente a ellos, ya podemos estar hablando de que algo no está funcionando correctamente. La sequedad vaginal y la incapacidad para conseguir una buena lubricación cuando la situación lo exige, se conocen como trastorno excitatorio femenino, el equivalente a la disfunción eréctil en el hombre.

 

Causas de la resequedad vaginal

 

Aunque ya hemos tratado este tema en distintas ocasiones, nunca está de más abundar en el tema. Según los expertos, las causas de que la lubricación natural no ocurra pueden ser muy variadas: desde las propias de la edad; las orgánicas, producidas por una determinada patología, o hasta las farmacológicas.

 

En este sentido, los antidepresivos, ansiolíticos, o algunos anticonceptivos de baja dosis, pueden disminuir la producción de psicológico, una de las razones más comunes por las que no lubricamos bien está relacionada con el estrés.

 

Dos tipos de excitación

 

En sexología se habla de dos tipos de excitación: la genital y la subjetiva. Lo complicado del asunto es que no siempre van juntas. Según Francisca Molero, sexóloga, ginecóloga y directora del Institut Clinic de Sexología de Barcelona, “los estudios de Meredith Chievers pusieron de manifiesto esto y desterraron muchos tópicos sobre la forma en que las mujeres se excitan sexualmente y sus preferencias”.

 

Esta psicóloga norteamericana realizó experimentos en los que enseñaba diversas imágenes, eróticas y no eróticas, a hombres y mujeres con diversas orientaciones sexuales, y donde se medían sus respuestas fisiológicas –en los hombres se utilizaba la pletismografía peneana, para ver el aumento del diámetro del pene, y en la mujer la fotopletismografía vaginal, que mide el nivel de vasocongestión en el epitelio vaginal– al mismo tiempo que se les hacía un test para saber si se habían sentido excitados o no.

 

“Los resultados en las mujeres eran bastante confusos y a menudo no parecían pertenecer a la misma persona porque no había una concordancia entre lo que decían y lo que marcaba el medidor. Por ejemplo, muchas confesaban no excitarse con imágenes de lesbianas haciendo el amor, pero el aparato indicaba que sí. Y al contrario, otras reconocían en el test sentirse predispuestas al sexo, pero sus medidores genitales no confirmaban esta sensación”, agrega.


Cómo mantener el sistema bien lubricado

 

Según la especialista, existen practicas para mantener la maquinaria a tono y estimular la lubricación natural. Los ejercicios de Kegel y las bolas chinas son las más recomendables. Se cuenta que éstas últimas fueron diseñadas por un emperador japonés con muchas ganas de sexo y poco tiempo o espíritu para centrarse en los preliminares. Las bolas hacían el trabajo por él, e introducidas en las vaginas de sus concubinas las preparaban para tener relaciones.

 

De acuerdo con Molero, “ambas prácticas son complementarias. Los ejercicios de Kegel, al tener que movilizar los músculos, ayudan a coger una mayor conciencia genital pero las bolas chinas, al moverse entre las paredes de la vagina, ayudan a sensibilizarla. Lo ideal es combinar ambos”.


Otro tipo de “ayudas”

 

También existen en el mercado los hidratantes vaginales y vulvares, que nada tienen que ver con los lubricantes. “No tienen hormonas y los vaginales hidratan las paredes y retienen la humedad en la vagina; mientras que los segundos, de uso externo, son muy recomendables cuando hay sequedad, incomodidad o picor, que puede estar producidos por depilaciones, rozaduras de ropa, geles o detergentes”, comenta la sexóloga.

 


Otra recomendación es beber mucha agua y evitar las dietas demasiado estrictas, ya que las muy bajas en grasas carecen de colesterol, un ingrediente esencial para la producción de estrógenos, sustancias implicadas en el proceso de lubricación.

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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