Una cirugía plástica NO es sinónimo de baja autoestima

Recibe lo mejor de nuestro contenido en tu correo SUSCRÍBETE

Al hacer click en Suscribirme quedarás registrad@ a nuestro boletín el cual podrás cancelar en cualquier momento.

Aceptarse a uno mismo va más allá de vivir con las características físicas con las que nacimos. Si quiero operarme la nariz, no es porque me deprima que sea proporcionalmente muy grande para mi cara, puedo tener varias razones para hacerlo, puede ser por salud o simplemente porque así lo quiero.

 

Casi en automático, cuando le cuentas a alguien que consideras operarte alguna parte del cuerpo te dicen y ¿para qué si así te ves bien? como si fuera un crimen querer transformarte un poquito, o mucho.

 

Lo que yo pienso es que a veces se necesita un extra para lucir tal y como queremos, o como sentimos que somos. Si crees que tú, serías, todavía, más tú, con un poquito más (o menos) de pompa, sin tanto (o con más) cachete, o con los labios más gruesos o delgados nada puede impedírtelo, ¡que los prejuicios de otros no te alcancen!

 

Verte y sentirte bien van de la mano, y si ya te sientes fabulosa, pero crees que te puedes sentir aún mejor, adelante, hazte esa operación en la que tanto has pensado, pero no te has atrevido. Lo más probable es que te encanten los resultados, no tan sólo por tu nuevo aspecto, sino porque cumpliste algo que querías hacer desde hace mucho tiempo y finalmente diste el paso.  

 

Pero, ¡aguas! No estamos diciendo que corras con el primer cirujano que te encuentres por ahí, considera si realmente quieres hacerte el procedimiento, si la respuesta es sí,  infórmate con buenos médicos y toma los cuidados necesarios en la recuperación para que después no sufras los estragos de una mala cirugía.

 

¿Qué piensas sobre las cirugías? ¿Has pensado en hacerte alguna?

Compartir en Facebook compartir en twitter, se abrirá en otra ventana Compartir en Pinterest Agregar a favoritos Enviar por correo electrónico