Cómo superar el resentimiento

El resquemor que deja un divorcio, esa hostilidad que subyace después de una separación, es una espina que distorsiona la vida emocional de las personas. Para poder sacarla de la piel, muchas veces hay que recurrir a la ayuda profesional. Si nos quedamos solas y no atendemos como se debe esa pequeña herida, corremos el riesgo de hacerla más grande e infectarla.

Para los psicólogos norteamericanos James J. Messina y Constance M. Messina, autores del libro “Manejando el resentimiento”, éste puede ser el resultado de numerosas situaciones, especialmente cuando se trata de una pareja. El resentimiento suele ocurrir cuando se intenta mantener una relación imposible con alguien en la que, tanto si haces lo que quiere como si no lo haces, obtienes siempre un resultado negativo.

¿Cómo podemos superarlo?

Para los Messina, si deseamos librarnos del resentimiento, debemos recorrer un largo pero fructífero camino que incluye los siguientes puntos:

• Admitir que existe resentimiento sin resolver detrás una actitud hostil, cínica y sarcástica.

• Trabajar en los sentimientos de ira hacia esa persona.

• Identificar los desencadenantes del resentimiento (recuerdos, situaciones, pensamientos) y trabajar para disminuir su impacto.

• No quedarnos rumiando nuestros pensamientos de rencor. Hay que concentrarnos en una tarea diferente y absorbente.

• Podemos tratar de perdonar, aunque no tiene sentido que nos esforcemos en hacerlo si no lo deseamos. Los especialistas recomiendan empezar por aceptar que la vida es, muchas veces, injusta con todos y nosotros no vamos a ser la excepción.

• Tratar de mejorar nuestra autoestima y sensación de valor personal. En vez de centrarnos en el comportamiento del otro y el mal que nos ha hecho o en lo que debería hacer ahora para remediarlo, hay que tratar de centrarnos en nosotros y en lo que podemos hacer por mejorar nuestra vida de cara al futuro.

• Pedir ayuda a amistades o familiares. Compartamos con ellos nuestros sentimientos y pidámosles que nos den un toque cuando nos deslicemos hacia el resentimiento.

• Utilizar autoafirmaciones y visualizaciones. Los Messina nos aconsejan tener preparadas determinadas frases o imágenes mentales para los momentos en que aparezca el resentimiento. Por ejemplo: "Me da igual por qué lo hizo, tengo cosas más importantes en qué pensar y gastar mi energía, así que no voy a estancarme con esto". Después es bueno recurrir a alguna actividad que nos ayude a sacar el tema de la mente.

• Recuperar actividades o proyectos que dejamos inacabados o que nunca llegamos a emprender aunque lo deseáramos.

En todo caso, lo importante es cambiar los pensamientos negativos por otros más alegres como las ventajas que nos trae el cambio y la esperanza. Cultivemos el optimismo. Que las cosas nos hayan ido mal hasta ahora no quiere decir que nos vayan a ir mal siempre.
 

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