Las emociones antes de ser independiente…

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Si estás en el proceso de mudarte, seguro estarás viviendo un sinfín de emociones y si ya estás viviendo sola, sentirás que esto es un flashback.

 

Si existe una palabra para describirte en los momentos previos a la mudanza es bipolaridad. Te sentirás emocionadísima sabiendo que ya encontraste el depa ideal, no hay mayor placer que verte yendo al camino de la independencia con tanto éxito. Vas a comenzar a comprar muebles y hasta cajas de cartón para empacar. ¡Todo se ve increíble! Pero…

 

Son las últimas noches ahí, no hay manera de ignorar las mil cosas que has vivido, cuánto has reído y llorado en aquella recámara en la que dormiste por tantos años, la que fue tu espacio, tu refugio.

 

¿Qué va a pasar el primer día que despiertes y estés sola? Tendrás que preparar tu desayuno y, peor aún, comerlo sola… así la mayoría de los días.

 

Aún no te vas y ya extrañas a tus papás, a tus hermanos y sus peleas sin sentido, a la comida de tu mamá.

 

En el cambio tendrás que deshacerte de cosas que ya ni recordabas guardabas, parte de la independencia es ser desprendida, tirar o donar lo que ya no tiene sentido que cargues hacia un nuevo hogar. Si lo ves de manera positiva, es mover la energía, soltar algo para detener lo nuevo. No es tan malo.

 

Posiblemente te den ganas de llorar cuando empieces a subir las cosas al camión de mudanza, si es así, ¡llora! Los mejores momentos de la vida son aquellos que te dieron tanto que te vuelven vulnerable, que te hacen sentir, gritar y hasta tener miedo.

 

Estás a nada de descubrir la independencia.

 

Las emociones son inevitables, son parte del cambio, de UNA GRAN CAMBIO.

 

Al fin llegarás a tu nuevo depa, sentirte feliz y entusiasmada es de nuevo lo único que sientes. Y no es para menos, ya estás en el lugar que elegiste como tu nuevo nido, pero este es tuyo. Lo vas a cuidar, a decorar y a limpiar con tanta dedicación como nunca antes un espacio. ¿Recuerdas el placer que te daba pegar posters en tu recámara? Bueno, pues multiplícalo por mil. Así es comenzar una nueva etapa.

 

No te asustes, todos pasaremos por esto alguna vez, todos dejaremos la casa de nuestros padres a la edad que nos toque.

 

Después de todo esto, viene la mejor parte, ¡sentir la satisfacción! No hay una mayor a esta, ese momento que veías lejano y quizá hasta imposible ya lo tienes, ya lo lograste.

 

La satisfacción hace que el miedo, la tristeza y las lágrimas desaparezcan. Llénate de ella.

 

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