Las estrías no son bonitas

Recibe lo mejor de nuestro contenido en tu correo SUSCRÍBETE

Al hacer click en Suscribirme quedarás registrad@ a nuestro boletín el cual podrás cancelar en cualquier momento.

En los últimos años los medios hemos manejado un discurso de que las estrías son bellas porque son parte de dar vida. Celebramos las marcas que las mujeres llevamos en nuestros cuerpos después de un embarazo, pero no hablamos mucho de las mujeres que no son madres, pero que sí tienen estrías.

 

Es una realidad es que casi todas las mujeres y la gran mayoría de los hombres tenemos estrías, unos más que otros, unos más oscuras que otros, unos más notorias que otros, pero están ahí. Yo las tengo en el trasero, otros las tienen en los brazos o en la espalda, o incluso en los senos. La verdad es que las estrías no son bonitas, y tampoco son feas, simplemente son estrías.

 

Si es algo que todos tenemos, ¿por qué lo clasificamos como bonito o feo?  Las estrías salen de vez en cuando por motivos curiosos que muchas veces no podemos controlar. Es como los lunares o las pecas, ¿por qué existe el estigma acerca de las estrías pero no de los lunares? Te encuentras un lunar, vas con el dermatólogo a checar que no sea cáncer y sigues con tu vida, no corres a internet a buscar notas de cómo quitar los lunares.

 

Nosotras mismas formamos parte de este estereotipo. Yo también me veo las estrías y quiero saber cómo quitarlas. Cada vez que veo la panza de embarazada de alguna de mis amigas pregunto qué se están embarrando para que no les salgan. Hacemos notas en Actitudfem de cómo quitar las estrías en parte porque queremos saber pero también porque sabemos que las lectoras quieren saber. Es difícil dejar de ponerle adjetivos a algo que siempre nos han dicho que es feo.

 

Y si es algo que personalmente no te gusta de tu cuerpo y te quieres untar todos los remedios caseros posibles para quitarlo está bien, me da gusto que encuentres en nuestro sitio lo que estás buscando, de la misma forma en la que si a ti te molesta el lunar que tienes sobre el labio y te lo quieres quitar puedes hacerlo sin que nadie te juzgue. La diferencia es que no te ven feo en la playa por tener un lunar, pero sí por usar bikini y mostrar tus estrías.

 

La decisión de hacer un cambio en tu cuerpo debería ser personal y no provocada por alguien que opine que deberías hacerlo, especialmente cuando de estrías se trata, porque para muchas personas no es posible eliminarlas.

 

Todo este análisis salió porque nos enteramos del caso de Ryan Roschke, un joven con estrías muy marcadas provocadas por una enfermedad que pasó mucho tiempo avergonzado de su cuerpo, preocupado por “dar asco”.

 

Él escribió para Popsugar cómo logró superar su miedo a mostrar las marcas de su cuerpo. “Desconocidos me preguntan qué paso y yo orgullosamente les ofrezco las palabras de aliento que escucho en mi cabeza: Soy un guerrero. Estas son marcas de valentía, fuerza y resistencia. Que literalmente me he ganado mis rayas. Que hace un tiempo un niño pequeño y asustado se enfrentó a un problema terrible, y en lugar de dejarse vencer luchó y ganó. Y así fue como aprendí a amar mis líneas”.

 

 

Aunque sus palabras son muy alentadoras, somos muchas las personas que no pasamos por grandes retos antes de obtener nuestras estrías, que nuestro único pecado fue subir un poco de peso, crecer muy rápido o pasar demasiado tiempo en el gimnasio. Por eso nuestras marcas no son heroicas, ni bonitas, ni feas. Son tan parte de este cuerpo en el que vivimos como nuestra nariz u orejas. Las estrías son lo que son, y tal vez un día de estos podamos dejar de darles tanta importancia.
 

Compartir en Facebook compartir en twitter, se abrirá en otra ventana Compartir en Pinterest Agregar a favoritos Enviar por correo electrónico