Ser guapa, ¿te ayuda a conseguir un mejor empleo?

En un mundo dominado por los estándares de belleza bien definidos, ser guapa o guapo, ¿te ayuda a conseguir un mejor empleo? Son varios los estudios realizados en el mundo que demuestran que sí.

De acuerdo con un estudio realizado en 2010 por Ze´ey Shtudiner y Bradley J. Ruffle de la Universidad Ariel en Israel y la Universidad de Ontario, un hombre “normal” tiene que enviar más del doble de solicitudes de empleo que un varón atractivo, antes de que una empresa lo cite a una entrevista de trabajo.

Sergio Urzúa y Florencia Bóo Martín realizaron un estudio en 2011 en el que se concluyó que las personas consideradas atractivas reciben un 36% más de respuestas por parte de las empresas para asistir a entrevistas de trabajo que las personas consideradas menos agraciadas.

Esta investigación retomada por el diario español El País también plantea que una persona atractiva gana hasta un 17%  más de salario que una persona “común”. Sin embargo, los estudios realizados sobre la belleza también aseguran que no sólo depende que la persona sea atractiva, sino que tenga actitud y presencia para lograr sus cometidos.

En 2011, el economista Daniel Hamermesh publicó un polémico libro llamado “Beauty Pays” en el que centra la belleza al rostro de las personas. El autor asegura que la simetría y proporción facial son los elementos que definen o no a una persona como atractiva.

En su texto, Hamermesh asegura que la sociedad “premia” a las personas atractivas brindando interesantes datos, por ejemplo, que un empleado “guapo” puede ganar hasta un 17% más que un empleado menos atractivo, además de que su belleza lo puede ayudar a conseguir mejores hipotecas y préstamos.

Más allá de las investigaciones realizadas por estos expertos creo que una buena actitud, seguridad en ti misma e inteligencia, son los elementos que te abren las puertas para lograr tus objetivos.

Es decir, ¿de qué nos sirve ser atractivos a la hora de conseguir un empleo si no sabemos cómo ejecutarlo? ¿de qué nos sirve conseguir mejores préstamos e hipotecas si no vamos al corriente con nuestras cuentas?

Como ves, todo depende de la actitud con la que hacemos frente a nuestras experiencias diarias y la preparación con la que contamos a la hora de aprovechar las mejores oportunidades para nuestro futuro, ¿no crees?