Tips para ser más independiente

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¿Estás sentada en casa esperando que tus amigos te inviten al cine? ¿Esperas a que tus papás arreglen algún desperfecto en casa? ¿Dependes por completo de tus compañeros de trabajo?

 

Estamos acostumbrados al confort del “no poder”, “no querer” y “es muy difícil”, que no nos damos cuenta cuando dejamos de hacer cosas para nosotras mismos y sencillamente que otros vivan a nuestro alrededor. En pocas palabras nos hacemos débiles.


Sí, porque cuando dependemos de otros en exceso (y para todo), tapamos nuestras habilidades. ¿Por qué? Porque nunca descubrirás todas las cosas maravillosas que eres capaz de hacer si no lo intentas.

 

Hoy te dejamos algunos tips para ser más independiente.

 

Haz un plan


El miedo es uno de los grandes obstáculos a vencer cuando eres muy dependiente y la única manera de conquistarlo es enfrentándolo. Sigue el consejo de Eleanor Roosevelt: Todos los días haz una cosa que te de miedo.


Escribe todo lo que quieres hacer en un mes. Comienza con algo pequeño y aumenta tus metas conforme pasen los días. No te preocupes por los resultados y sobre todo por las reacciones de otros. Libera tu mente y trabaja para ganar confianza en ti misma.


Pretende


Comienza una semana de independencia imaginando y aceptando que no hay nadie que te acompañe o te ayude. Estás por tu cuenta. Es importante que entres en ese estado mental y dejes de esperar que alguien venga a rescatarte.


Es un juego, donde aprenderás que puedes hacer todo tipo de cosas sin la compañía de otros. No olvides cualquier cosa que quieres o necesites la tienes que buscar.

 


Aprende


Cuando aprendemos a hacer algo nuevo, obviamente vamos a tener equivocaciones. Mi mamá siempre dice que aprendemos más de los errores, así que no hay que tomarlo personal. Inspírate, aprende, busca una guía, ser independiente no significa que no te puedes apoyar en otros, eso es muy diferente  a depender por completo de ellos.


Celebra


¿Fuiste sola al cine? ¿Aprendiste a cambiar una llanta? ¿Hiciste el súper sin ayuda de nadie? ¡Muy bien! Reflexiona sobre los pasos que te llevaron a cumplir esa meta, a vencer ese miedo. Recuerda que estas pequeñas (o grandes) victorias demuestran que puedes triunfar en lo que te propongas y si estás dispuesta a esforzarte y salir de tu zona de confort.

 

¿Tienen algún otro consejo? Cuéntenos en la parte de abajo.

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