5 cosas que debes saber antes de empezar a correr

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Cada principio de año es común que intentemos cuidar nuestro organismo. Siempre solemos ponernos a dieta o practicar una actividad física, pero, ¿qué ocurre si hemos decidido ponernos a correr? Si es la primera vez que lo vas a hacer, o has dejado de correr después de mucho tiempo, recuerda que cada cuerpo puede reaccionar de manera diferente.


De acuerdo con Steven Magness, entrenador y autor del libro The Science of Running,  la práctica del deporte en malas condiciones puede ser más perjudicial que beneficiosa.

 

El especialista destaca cinco efectos colaterales de correr que debes tomar en cuenta:

 

1. Te duele hasta la piel

 

En algunas ocasiones, cuando empezamos a hacer ejercicio, viene a nuestra mente aquella frase de “siento dolor en partes del cuerpo que no sabía que existían”. Algo así puede ocurrir cuando corremos y nuestra piel nos empieza a doler. Según Magness, esto pasa porque la sangre fluye por todo el cuerpo de manera tal que llega hasta pequeños capilares de la piel que no solemos utilizar. Como no estamos acostumbradas a hacer ejercicio, esos capilares se hinchan de repente, lo que provoca que se irriten los nervios que se encuentran a su alrededor.

 

 

2. Los músculos te arden

 

La culpa es del ácido láctico proveniente de la descomposición de glucosa propia del ejercicio anaeróbico, de mucha intensidad y poca duración, una señal que el cuerpo envía al cerebro para que entienda que se está quedando sin energía. Con el tiempo, este dolor desaparecerá poco a poco. Magness recuerda que todos los deportistas que realizan un gran esfuerzo lo sienten, aunque en distinto grado.

 

 

3. Dolor en el costado

 

Aunque no hay un consenso sobre los calambres que algunas personas pueden sentir en el costado al hacer ejercicio, Magness sugiere que hay dos posibles hipótesis que lo explican. Una indica que, al correr, forzamos un ligamento que conecta nuestro diafragma con nuestro abdomen. La segunda tiene que ver igualmente con el abdomen, pero también entra en juego el calcio, que se dispara en dicha región y que impide que los músculos se relajen.

 

 

4. Te ahogas 

 

Muchas veces, en mitad de la carrera, sientes que te falta el aliento. Como explica el entrenador, nuestro cuerpo no está preparado para mantener un equilibrio perfecto entre el aire inspirado y el espirado, así que, debido a que nuestros músculos nos reclaman más cantidad de oxígeno que nunca, tenemos prisa por tomar aire. De ahí que sintamos que nos ahogamos, puesto que no hemos eliminado todo el CO2 que deberíamos.

 

 

5. Te entran gases

 

Es bastante común que los corredores tengan más gases que de costumbre, explica Magness, puesto que los músculos descomponen la energía de los carbohidratos, las proteínas y las grasas en forma de gas. No todo el gas termina siendo expulsado por los pulmones, lo que provoca que este tenga que ser expelido por otros conductos.

 

 

Disfruta del ejercicio, pero con medida y atendiendo a sus efectos colaterales.

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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