Controla el estrés mientras estás a dieta

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En sí, la palabra dieta ya genera estrés... Pero supongamos que estás decidida a cambiar de hábitos y estás llevando un régimen alimenticio mucho más sano. Y entonces llega el maldito estrés a arruinarlo todo y sin darte cuenta ya te comiste un paquete de galletas enterito.

 

El estrés es un gran factor de aumento de peso y es uno de los peores enemigos cuando estamos a dieta.

 

Entrar a un régimen alimenticio especial no solo es un reto para tu cuerpo, también tu sistema nervioso resiente los cambios de la menor ingesta calórica, pero ¿estar a dieta puede causar estrés?

 

De acuerdo con el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Deseases (NIDDK) una drástica modificación de hábitos alimenticios puede llevarte a experimentar niveles muy bajos de carbohidratos o azúcar (hipoglucemia), y traer afectaciones como estrés y ansiedad.

 

El hecho de no consumir alimentos ricos en carbohidratos como arroz, papas, pan y tortillas, además de dulces y frutas, reduce los niveles de azúcar en la sangre y resta energía a tu organismo.

 

Esta condición, además de causarte estrés, puede provocarte lo siguiente:

 

  1. Sentir hambre y nerviosismo.
  2. Sudoración, mareos o desvanecimientos.
  3. Somnolencia, confusión, dificultad en el habla.
  4. Ansiedad y debilidad.
  Sanos consejos

 

Autocontrol. De acuerdo con especialistas el 90% de las acciones están bajo control directo del individuo. Una ligera modificación de tu dieta y la fuerza de voluntad te regresarán  a un mejor estado emocional.

 

No te rindas. El antojo de ciertos alimentos puede ocasionarte una recaída y volver a probarlos; lo ideal es no bajar la guardia. Recuerda que ya diste el primer paso al entrar a un régimen alimenticio especial.

 

Comparte el estrés. No te alejes de tus familiares y amigos, ellos saben que la nueva forma en la que te alimentas ocasiona momentos difíciles. Si te conocen, sabrán como ser empáticos con tu causa y sobre todo, no traerán tentaciones a tu mesa.

 

Aprende a elegir. Si los episodios de ansiedad son recurrentes, lo mejor es que platiques con tu nutriólog@ para encontrar la forma de compensar la baja de azúcares o carbohidratos.

 

De acuerdo con el libro Mind-Body Health: The Effects of Attitudes, Emotions, and Relationships, lo que comemos afecta tus pensamientos, humor y en cómo te desenvuelves por lo que estar a una dieta puede causarte estrés. ¿Estás listo@ para menajarlo?

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