Las mexicanas sufrimos mayor estrés laboral que los hombres

En principio, el estrés no tiene por qué ser perjudicial. Cierta tensión es básica para el organismo y para el equilibrio ya que es el impulso que nos mueve a lograr nuestros objetivos y metas. Pero su intensidad puede desembocar en situaciones de desazón, angustia, desesperación, inquietud de no poder cumplir con todo y es aquí cuando empiezan las complicaciones del estrés.

Un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (FP-UNAM) señala que el 30% de los trabajadores mexicanos presentan estrés laboral. ¿Eres parte de la estadística?
Cuáles son los síntomas

Se trata de un síndrome que viene acompañado por síntomas físicos, psicológicos y sociales, que pueden desembocar en graves patologías como depresión, trastornos cardiovasculares o endocrinos. Si te identificas con alguno de estos indicadores, estás sufriendo de estrés laboral:

• Indicadores físicos: aumento de la tensión muscular, cambios en la frecuencia respiratoria, pulso elevado, manos y pies fríos, boca seca, palmas de las manos "sudorosas", necesidad de orinar con frecuencia, cambios repentinos en el apetito, ojeras, inquietud y desasosiego, cambio en la sensibilidad y en la respuesta sexual.
• Indicadores de los procesos mentales: incapacidad para concentrarse en las tareas, cambios repentinos en la forma de manejar los problemas, tendencia a cometer más errores, aumento de la falta de memoria.
• Indicadores emocionales: irritabilidad, ansiedad no específica, aparición de fobias y miedos, risa nerviosa, reacciones defensivas a los comentarios de los demás, depresión.
• Indicadores conductuales: cambios súbitos en las costumbres de trabajo, mayor absentismo, apatía, aumento de la torpeza.

Los expertos opinan que todos estos síntomas se producen por una serie de agentes estresantes que, si logras identificar a tiempo, podrás afrontarlos. Por ejemplo: plazos límite, dificultades de comunicación, clientes hostiles, grandes expectativas, salarios demasiado bajos, problemas de desarrollo en la carrera, aburrimiento, colegas incompetentes, abuso o maltrato verbal.

Si eres mujer, esto te interesa

Las estadísticas han demostrado que las mujeres tenemos mayor predisposición a sufrir estrés laboral que los hombres, debido a ciertos factores genéticos. De acuerdo con la psicóloga española Susana Cantón, es necesario poner en práctica un Plan de Alto Rendimiento Profesional (ZAR), que se asienta en cuatro pilares: vigor mental, inmunidad al estrés, nutrición revitalizante y descanso reparador.

Además, en el caso de las mujeres, la atención tiene que darse en tres aspectos:

• Mental: Mediante el desarrollo de habilidades que son necesarias para el alto rendimiento mental, por ejemplo, a través de la concentración, el control de las emociones, la creatividad, la resiliencia (salir indemne de dificultades), el optimismo, o la actitud positiva.
• Nutrición: Se trata de un factor muy importante que, a veces, dejamos pasar de largo. Un programa nutricional adecuado contribuye a mejorar la función cerebral, disminuye el nivel de confusión mental ocasionado por una excesiva demanda, alivia la ansiedad, el déficit de atención o la depresión.
• Movimiento: Esto supone un incremento en la calidad y cantidad de vida. Se recomiendan 30 minutos de caminata diaria.

De acuerdo con el Dr. Rodolfo Nava Hernández, especialista de la Facultad de Medicina de la UNAM, antes se pensaba que los únicos individuos con problemas de salud derivados de la exposición a factores de estrés eran los altos ejecutivos y los trabajadores de niveles medios. Por desgracia, hoy en día, es posible encontrar una variedad de padecimientos en todos los estratos laborales. No seas una víctima más.
 

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