De cómo me curé la peor quemazón de mi vida con Aloe Vera

De cómo me curé la peor quemazón de mi vida con Aloe Vera
Recibe lo mejor de nuestro contenido en tu correo SUSCRÍBETE

Al hacer click en Suscribirme quedarás registrad@ a nuestro boletín el cual podrás cancelar en cualquier momento.

¿Te has quemado tanto que los tirantes del bra te hacen sentir que tienen espinas? ¿Te has quemado tanto que pareces un camarón medio cocido y medio morado? A mi sí me ha pasado. Hace un tiempo me tocó llevar, en repetidas ocasiones, a algunos extranjeros que querían conocer Teotihuacán.

Yo, con lo conocimientos básicos de la cultura prehispánica, pero desconociendo los efectos del sol sobre la calzada de los muertos, me di una quemada que no olvidaré jamás.

Claro, estaba sombreado y todo parecía muy fresco, nunca me imaginé que el sol podría dorarme incluso con nubes, sombrero y camisa.

Cuando regresé a casa, lo único que tenía a la mano era una enorme planta de sábila o aloe vera, como se conoce comercialmente.

Así que probé muchas alternativas, primero la corteé por la mitad y me puse un pedazo en cada hombro. No es muy práctico, pues los trazos se resbalan y tienes que mantenerte bien derecha para evitar que se caigan.

Al final encontré algunas soluciones prácticas para aplicar la sábila en las quemaduras, y déjame decirte que cuando se hace bien, los resultados son casi instantáneos.

 


1. Cubos de hielo
Esta técnica es muy simple. Consiste en cortar la sábila por la mitad, dos hojas serán suficientes. Luego debes extraer la pulpa con una cuchara. Acto seguido, bates la pulpa en la licuadora, esto la hará más homogénea. Debes verter el líquido en un molde para hielos y ponerlo en el congelador.
Cuando tengas cualquier tipo de quemadura, pasa uno de los hielos sobre la piel. Te refrescará y humectará

La ventaja de esta técnica es que los hielos se pueden conservar por mucho tiempo en el refrigerador.

 

 


2. Gel
El gel de aloe vera es el método más sencillo. Sólo debes extraer la pulpa , pasarla por la licuadora y poner en un frasco para conservar. Podrás guardarlo en el refri el tiempo que dure el tratamiento. Aplícalo dos o tres veces al día sobre el área afectada.
Te ayuda a reparar las células afectadas por el sol.

 



3. Aceite
La sábila, en conjunto con el aceite de coco, te permite crear un aceite natural que refresca y revitaliza la piel dañada. Clama las irritaciones y previene las infecciones. Debes mezclar en la licuadora: dos cucharadas de aceite de coco (30 g) y ¼ de taza de pulpa de sábila (50g). Te quedará una crema que debes aplicar con movimientos circulares para que la piel la absorba.

 



4. Mascarilla con cúrcuma
Si el área afectada es el rostro, puedes aplicar una mascarilla de sábila y cúrcuma. Ésta última tiene capacidades antinflamatorias y antioxidantes. Se obtiene al mezclar: 1 cucharadita de cúrcuma, 1 cucharada de miel, 1 cucharada de leche, ¼ de taza de sábila, 10 gotas de agua de rosas.
Coloca la mascarilla sobre la  quemadura y deja actuar por 20 minutos y retira.

Compartir en Facebook compartir en twitter, se abrirá en otra ventana Compartir en Pinterest Agregar a favoritos Enviar por correo electrónico