Las letras románticas de Beethoven

Cartas de Beethoven
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Ludwig van Beethoven nació el 16 de diciembre de 170, y murió un día como hoy pero de 1827. Su legado musical ha llegado hasta nuestros días, influyendo en cientos de generaciones de músicos.


Es uno de los compositores más importantes de la historia, marcando de forma decisiva todas las creaciones que se han hecho desde entonces.


Beethoven consiguió hacer trascender la música del romanticismo, influyendo en diversidad de obras musicales del siglo XIX. Su arte se expresó en diferentes géneros y aunque las sinfonías fueron la fuente principal de su popularidad internacional, su impacto resultó ser principalmente significativo en sus obras para piano y música de cámara.


Para componer de la manera en que lo hacía, este hombre era un apasionado de la vida. No sólo agudizó sus habilidades más allá del oído (era sordo), sino que se enamoró profundamente de varias mujeres a lo largo de su vida, escribiéndoles las cartas más románticas que puedan imaginar.


Y como nosotras somos unas románticas empedernidas, les queremos compartir fragmentos de algunas de sus cartas, para que conozcan un poco más del corazón y el espíritu de este gran compositor:


Mi ángel, mi todo, mi yo… ¿Por qué esa profunda pesadumbre cuando es la necesidad quien habla? ¿Puede consistir nuestro amor en otra cosa que en sacrificios, en exigencia de todo y nada? ¿Puedes cambiar el hecho de que tú no seas eternamente mía y yo eternamente tuyo? ¡Ay Dios! Contempla la hermosa naturaleza y tranquiliza tu ánimo en presencia de lo inevitable. El amor exige todo y con pleno derecho: a mí para contigo y a ti para conmigo. Sólo que olvidas tan fácilmente que yo tengo que vivir para mí y para ti. Si estuviéramos unidos ni tú ni yo hubiéramos sentido lo doloroso.


Escrita en julio de 1812

 

Incluso cuando estoy en cama mis pensamientos van hacia ti, mi eternamente querida, ahora y entonces alegremente, después otra vez tristemente, esperando para saber si el destino oirá nuestra plegaria, para hacer frente a la vida que debo vivir en conjunto contigo o nunca verte. Sí, estoy resuelto a ser un extranjero vagabundo hasta que pueda volar a tus brazos y decir que he encontrado mi hogar verdadero con usted y envuelto en tus brazos podré dejar que mi alma flote hasta el reino de almas bendecidas.

 

¡Ay!, desafortunadamente debe ser así. Debes estar tranquila, tanto más pues sabes que te soy fiel; ninguna otra mujer podrá nunca poseer mi corazón, nunca, nunca, nunca. Oh Dios, por que debe uno ser separado de aquella que le es tan querida. Para más, mi vida en Viena es actualmente desgraciada. Tu amor me ha hecho el más feliz y el más infeliz de los mortales. A mi edad necesito estabilidad y regularidad en mi vida, ¿puede esto coexistir con nuestra relación? Mantente tranquila; solamente al considerar tranquilamente nuestras vidas podremos alcanzar nuestro propósito de vivir juntos. Mantente tranquila, ámame, hoy, ayer. Que nostalgia llena de lágrimas por ti, por ti, por ti, mi vida, mi todo. Todos los buenos deseos para ti. Oh, continua amándome, nunca juzgues mal el corazón de tu fiel amado.


Siempre tuyo,
siempre mía,
siempre nuestro.

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