8 lecciones que aprendimos de Jenni Rivera

Jenni Rivera fue una mujer de grandes contrastes. Nació el 2 de julio de 1969 en California, Estados Unidos, y perdió la vida este pasado 9 de diciembre en un accidente aéreo en Nuevo Léon.

Su vida estuvo marcada por la constante lucha por superarse, por ser una buena madre, siempre conflictuada en relaciones sentimentales destructivas e intentando liberarse de escándalos y constantes ataques de la prensa y de sus fans.

Su vida fue difícil, y aunque su camino profesional fue fructífero, su vida personal tuvo muchos sobresaltos de los que podemos aprender muchas cosas. Madre a los 15 años, terminó una carrera en Administración de Empresas y se dedicó a vender propiedades mucho antes de intentar triunfar en el medio artístico.

Fue una mujer que levantaba polémica a cada paso que daba, pero de todo se aprende en esta vida así que las invitamos a encontrarle las buenas lecciones a la vida de Jenni Rivera:

1. Terminó su carrera

Ya lo dijimos, pero para nosotras es uno de los grandes aciertos de su vida. En 1984, a los 15 años, Jenni se embarazó de su entonces novio José Trinidad Marín Quintero. Su primera hija se llama Janney Marín, después de ella llegaron Jacqueline, en 1989 y Trinidad Ángelo, en 1991. A pesar de ser madre de 3 pequeños, Jenni terminó la carrera en Administración de Empresas y comenzó su carrera profesional como vendedora de bienes raíces, siendo madre de familia y viviendo con su pareja.

2. Irreverencia musical

Formalmente, su carrera como cantante inició en 1995 cuando grabó La Chacalosa, su 3er disco de estudio. Este material contenía corridos y narcocorridos, géneros musicales que hasta entonces sólo cantaban los hombres.

Jenni fue la primera mujer en California en atreverse a tocar estos temas en su música, imponiendo su voz en un mundo de hombres.

3. Confió en el amor

Una mujer con actitud cree en el amor, y aunque se tope con patanes en el camino, sigue creyendo que el amor de su vida puede estar a la vuelta de la esquina. Jenni es un claro ejemplo de eso y nunca dejó de confiar en que la vida le tenía reservado un buen hombre.

Su primera pareja oficial fue José Trinidad Marín Quintero, padre de sus 3 primeros hijos. Luego se casó con Juan López en 1995, y se convirtió en madre por 4ª vez. Se divorció de Juan en el 98 pero logró perdonarlo después de un año de terapia y regresan en el 99. Vuelven a separarse en 2002 por problemas internos que les contaremos más adelante.
Jenni vuelve a creer en el amor en 2008 cuando conoció a Esteban Loaiza, ex beisbolista con quien se casó en 2009. A pesar de que todo parecía miel sobre hojuelas, en octubre de 2011 Jenni interpuso una demanda de divorcio por situaciones irreconciliables, misma que no llegó a término por su repentina muerte.

4. Nunca soportó maltratos

A pesar de ser una romántica empedernida, Jenni Rivera no toleró maltrato alguno de sus parejas. Se separó de José Trinidad por maltrato físico, abuso psicológico y porque este hombre pretendía prohibirle ser quien era. Después nos enteramos que también abusaba físicamente de sus hijas y de Rosy, la hermana de Jenni. Una fichita que la cantante no pudo tolerar y de quien se separó en 1992. En el 97 lo demandó por abuso sexual.

Juan López, su segundo esposo, estuvo en la cárcel por tráfico de inmigrantes y narcotráfico, pero se separó de la cantante por una actitud machista  y un celo profesional que no pudo manejar. Jenni empacó sus maletas, agarró a sus 4 hijos y lo dejó.

Esta situación la sumió en profundas depresiones, pero esta guerrera no se cansaría de luchar y pidió ayuda acudiendo a terapia psicológica con lo que pudo perdonarlo. Sin embargo, esa relación no estaba hecha para durar y terminaron separándose nuevamente 2002.

En 2008 conoció a Esteban, y aunque todo parecía color de rosa, Jenni interpuso una demanda de divorcio en 2011 por situaciones irreconciliables. Una vez más, esta cantante no estuvo dispuesta a tolerar algo que no le parecía.

5. Respeto a sus raíces

Jenni Rivera siempre destacó su identidad chicana, sintiéndose terriblemente orgullosa de sus raíces latinas y su crecimiento americano. Combinó lo norteño con lo estadounidense, ganándose un lugar privilegiado entre todos los latinos viviendo en territorio gringo.

6. No tuvo miedo de pedir ayuda

En una rueda de prensa, Jenni aprovechó su influencia y fama para pedir a los medios de comunicación su apoyo para lograr la detención de su ex pareja José Trinidad, quien estaba acusado por abuso sexual. Este hombre fue detenido en Los Ángeles gracias a una llamada anónima que pretendió apoyar a la cantante.

7. Encontró algo bueno dentro de la tragedia

A raíz de esta situación de abuso que sufrió su hija y su hermana por parte de José Trinidad, Jenni creó “Jenni Rivera Love Foundation”, una fundación que brinda apoyo a los hispanos en Estados Unidos que sufren problemas familiares de este tipo, además de dar apoyos económicos y sociales.

8. Defendió su esencia

Aunque el modo de hacerlo no fuera el más correcto, Jenni nunca se dejó de nadie. Uno de los escándalos más fuertes de los últimos años fue cuando un fan le golpeó la pierna durante un concierto en Carolina del Norte. Este chico debió habérsela pensado 2 veces antes de lastimar a la cantante, porque Jenni lo subió al escenario y le dio un microfonazo que le debe haber dolido hasta el tuétano, y declaró "Me vale madre si lo ponen en youtube mañana, este es mi escenario y aquí yo hago lo que se me pega la gana".

Otro gran escándalo ocurrió en 2008 cuando empezó a circular un video en el que aparecía Jenni teniendo relaciones sexuales con su entonces pareja. En 2009 el tipo tuvo la osadía de aparecerse en un concierto en Mexicali, y Jenni, con todo el enojo que venía guardando, le rompió el labio y le dejó un ojo morado. Obviamente la pelea terminó en demanda que ella ganó por difamación.

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