Cuando Frida Kahlo se convirtió en un ejemplo de vida para mí

En realidad no sé si mis cuadros son surrealistas o no, pero sí sé que representan la expresión más franca de mí misma…

Frida Kahlo

Existen mil maneras de admirar a Frida, algunos lo harán por ser un símbolo del feminismo mexicano, otros por su franqueza a la hora de expresarse, otros más por su apasionada forma de amar.

En mi caso, Frida es un ejemplo sobre cómo afrontar el dolor y las situaciones más difíciles de la vida.

Cuando niña, Frida padeció poliomielitis, una enfermedad que le robaría injustamente gran parte de su niñez.

A los 18, el autobús en el que viajaba se estrelló contra un tranvía lo que le provocó 3 fracturas en la columna vertebral, otras 3 fracturas en el pubis, 11 más en la pierna derecha.

Por si fuera poco, se dislocó el pie derecho, se descoyuntó su hombro izquierdo y un tubo del autobús le atravesó la cadera izquierda.

Este accidente ocurrido en 1925 le cambiaría la vida para siempre. Imagina que tuvo que someterse a 32 operaciones, utilizar corsés de yeso y someterse a interminables y dolorosas terapias que la postraron a una cama por gran parte de su vida.

Cortesía: Especial

Hace unos días tuve una cirugía de columna, y sí, cada que hablamos de esta parte del cuerpo en verdad nos asustamos, porque, ¿quién te puede asegurar que quedarás bien?

Por primera vez en mi vida me enfrenté a dolores físicos insoportables, y también, por primera vez en la vida fui consciente de la fragilidad del cuerpo humano.

A menudo vamos por la vida quejándonos de banalidades y superficialidades, pero después de someterme a esta cirugía, puedo apreciar los pequeños detalles de la vida como poder ir al baño sola, poder sentarme, poder caminar y hasta poder bañarme.

Si bien mi cirugía fue delicada, no fue peligrosa, sin embargo, la recuperación ha sido lenta y dolorosa.

Pese a eso no puedo imaginarme lo que Frida tuvo que soportar, ¿32 operaciones?

Cortesía: Especial

Si nunca has tenido problemas en la columna, quiero decirte que los dolores son tan espantosos que muchas veces necesitan ser aliviados con medicamentos tan potentes como la morfina. 

Ahora más que nunca admiro entrañablemente a la gran Frida Kahlo porque pese a las largas horas de agonía y dolor que pasó durante su vida, tuvo la valentía, el coraje y la fuerza de mostrar su aflicción a través de la pintura.

Pinto autorretratos porque estoy mucho tiempo sola”. “Me pinto a mí misma, porque soy a quien mejor conozco…

Como bien lo dijo ella misma en su momento, la mejor manera de combatir el dolor y el sufrimiento fue haciendo lo que más le gustaba: pintar.

Cortesía: Especial

Es por eso que cuando vemos una de sus obras, no podemos separar su vida personal de la artística, y es que sus cuadros reflejan sus sentimientos, su dolor y sus vivencias.

Cortesía: Especial

Su entonces marido, Diego Rivera lo confirmó con la siguiente frase:

Frida empezó a trabajar en una serie de obras maestras sin precedentes en la historia del arte, pinturas que exaltaban la cualidad femenina de la verdad, la realidad, la crueldad y la pena.

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Su último año de vida fue un auténtico sufrimiento: tuvieron que amputarle la pierna debido a una gangrena. Este hecho fue tan doloroso que Frida se sumergió en una profunda depresión e intentó quitarse la vida.

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Es por eso que la última frase de su diario tiene un significado de lo más emotivo:

Espero alegre la salida y espero no volver jamás.

La próxima vez que piense que tengo un dolor físico tan fuerte que creo no soportaré, pensaré una y mil veces en la vida de Frida, en sus agonías y en su fortaleza para reflejar su dolor de la forma más bella posible: el arte.

Gracias Frida por dejar tu huella imborrable