Mientras los hombres maduran, las mujeres envejecen

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La reciente caída de Madonna en los premios Brit ha provocado una reacción bastante impertinente en las redes sociales. Cientos de montajes y comentarios acerca de la longevidad de la artista revelaron que, tras ellos, estaba instalado el edadismo (ageism, en inglés), es decir, la discriminación por razón de edad centrada en las mujeres.


Esto no es nuevo. Ya en 1979 la escritora norteamericana Susan Sontag señalaba este fenómeno en un inolvidable artículo (“The double standard of aging”) sobre el doble rasero con que se mide el envejecimiento: mientras los hombres maduran, las mujeres envejecen. Para Sontag el envejecimiento es el destino del hombre, algo inevitable en el ser humano. En cambio, para una mujer no es sólo su destino es también su vulnerabilidad.

 

Castigadas por ser maduras y sexys

 

Después de analizar más de dos mil grupos de Facebook creados por jóvenes de 20 años, un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Yale reveló que en tres cuartas partes de ellos se hacían comentarios despectivos hacia las personas mayores. Para estos jovenzuelos, el “ser mayor” se ubicaba en los 50 años.

 

De hecho, según el estudio, las personas mayores de 50 años son invisibles para las nuevas generaciones que, a menudo, son ridiculizadas.

 

 

La misma Madonna, de 56 años, después de su caída y respondiendo a la opinión de algunos que ya la consideraban “mayor para actuar de esa forma”, comentó en una entrevista:

 

Los derechos de los gays han progresado mucho más que los de las mujeres. Si tienes una cierta edad no puedes expresar tu sexualidad, ser soltera o salir con hombres más jóvenes que tú

 

Las nuevas mujeres mayores del siglo XXI

 

Anna Freixas, doctora en Psicología de la Universidad de Córdoba (España), presentó hace un par de años el libro Tan frescas. Las nuevas mujeres mayores del Siglo XXI. En él, la especialista recupera buena parte de su investigación y repasa el cambio de rol de las mujeres a partir de los 50 años.

 

Una edad en la que a juicio de la profesora “se hacen socialmente invisibles” y que sin embargo está llena de posibilidades personales. Freixas presenta a las mujeres mayores como “las hijas del rock and roll y del feminismo que hoy tienen 60, 70 y 80 años. Han roto muchos moldes, son independientes, activas y exigentes y los estereotipos de la vieja modosita no le sirven”.


Seguro que tú tienes una mamá, una tía o una abuela de estas edades. Antes de criticarla, ¿no te gustaría conocerla mejor?

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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