El día que mi perra tuvo un embarazo sicológico...

El día que mi perra tuvo un embarazo sicológico
El día que mi perra tuvo un embarazo sicológico
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Había escuchado que ser madre era una bendición, que sentías algo raro en tu interior y que misteriosamente cuando estás embarazada lo sabes, es más, me reí por mucho tiempo cuando una amiga juró que justo en el acto amoroso supo que quedaría embarazada… y de hecho así fue.

 

Como esa, escuché miles de historias parecidas que me intrigaban, pero que no temía que me sucederían porque toda la vida he creído que estoy muy informada y que evidentemente a los 26 años ya pasó el miedo de decir "quedé embarazada y no lo tenía planeado"... Pero la vida es tan, pero tan sabía, que justo cuando más te regocijas por tu supuesta sabiduría, viene y lo pone todo de cabeza.

 

Mi perra se estaba comportando extraño. Me seguía a todas partes y se poseía literalmente cuando alguien se me acercaba, se subía a la cama y quería dormir conmigo, traía todo el tiempo un peluche que no dejaba por nada, la llevé a la estética canina y cuando fui por ella me dijeron que mi perra estaba embarazada; ¡Imposible!, dije. No ha tenido relaciones con ningún perro, el veterinario me dijo que bastaba ver el cambio de su cuerpo para deducir que algo andaba mal, me dijo – no te preocupes tiene un embarazo psicológico;  ¡¿Qué?! Todo estaba muy extraño y aunque estaba confundida en realidad me dio risa.

 

Llegué a mi casa haciendo bromas y contando las buenas nuevas, entonces oí algo que todas mis amigas habían dicho y se me hacía una cosa inexplicable, las mamás saben cuándo estas embarazada, aunque tú no lo sepas; evidentemente mi mamá dijo "ah pensé que eras tú, pero qué gracioso que era la perra loca".

 

Todo mi mundo empezó a dar de vueltas y recordé las peleas que había tenido con mi pareja, por alguna extraña razón yo le preguntaba que, ¿qué pasaría si quedaba embarazada? Él decía que eso era imposible porque nos cuidábamos y que no teníamos por qué pensar en eso y como siempre me había tachado de clavada pensé que sí, que la loca era yo.

 

En el mundo son muchas las mujeres que han tenido que decidir entre seguir con el embarazo o interrumpirlo. Tomar la decisión no es nada fácil y por desgracia, no es un tema del que se hable abiertamente. En nuestro país, la deplorable educación aunada a la falta de información hacen que parezca más un crimen que una opción.

 

La sociedad ha enseñado a las mujeres a depender, a no cuestionar, pero sí a sentir ¡Sí! la sociedad nos ha inculcado que somos sensibles, que somos vulnerables, que tenemos que sufrir y que la pena nos tiene que carcomer, de lo contrario, somos una clase de monstruos que rompen con lo que se espera de nosotras (el estereotipo de mujer mexicana abnegada).

 

“La culpa es una escalera que sólo sirve para bajar”

Kenia Cano


¡Estaba embarazada! Tenía apenas una semana y aunque tenía 26 años, un trabajo y una familia de apoyo, eso no estaba en mis planes, acababa de conseguir un gran empleo, y en realidad no estaba segura de querer formar una familia.


Aún sabiendo que yo no quería (ahora sé que no estaba preparada), me aferré a mi postura pro vida, y discutí incontables horas con mi pareja respecto a qué haríamos, él me dijo que no tenía dinero y que no estaba preparado, en realidad los dos podíamos con el gasto, pero simple y sencillamente no queríamos un bebé


A pesar de estar en pleno siglo XXI tanto hombres como mujeres juzgamos a las mujeres que deciden sobre su cuerpo y su sexualidad.

 

Yo decidí que no estaba lista, que no tendría un hijo porque no podía darle todo lo que yo recibí a manos llenas amor, educación y tiempo.

 

La verdad es que no me siento mal y no tuve que explicarle nada a nadie. Fue mi decisión y gracias a esta carta sé que fue la mejor opción:


Traer a un niño al mundo tiene sentido sólo si el niño es deseado consciente y libremente por sus padres. Si no, se trata simplemente de comportamiento animal y criminal. Un ser humano se convierte en humano no sólo por la convergencia causal de ciertas condiciones biológicas, sino a través del acto de voluntad y amor de otras personas. Si este no es el caso, la humanidad se vuelve —lo cual ya ocurre— no más que una madriguera de conejos. Una madriguera no libre sino constreñida a las condiciones de artificialidad en las que existe, con luz artificial y alimentos químicos.


Sólo aquellas personas que están 100% convencidas de poseer la capacidad moral y física no sólo de mantener a un hijo sino de acogerlo y amarlo, tienen derecho a procrear. Si no es el caso, deben primeramente hacer todo lo posible para no concebir y si conciben, el aborto no representa sólo una triste necesidad sino una decisión altamente moral que debe ser tomada con completa libertad de conciencia. No entiendo cómo puedes asociar la idea del aborto con el concepto de hedonismo o de la buena vida. El aborto es un hecho espeluznante.
En el aborto la persona que es vulnerada física y moralmente es la mujer. También para cualquier hombre con conciencia cada aborto es dilema moral que deja una marca, pero ciertamente aquí el destino de una mujer se encuentra en una situación desproporcionada de desigualdad con el hombre, que cada hombre debería morderse la lengua tres veces antes de hablar de estas cosas.

 

- Calvino

 

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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