7 grupos indígenas a punto de desaparecer

Grupos indígenas en extinción
Grupos indígenas en extinción
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El año pasado, la organización Survival International lanzó una campaña urgente por salvar a la tribu más amenazada del mundo: los Awa. Los indígenas oriundos de Brasil encabezan una larga lista de culturas en peligro de desaparecer gracias a la destrucción de sus tierras y el abuso de sus vecinos.

 

Seleccionamos 7 de los grupos por los que Survival hace campaña de salvamento. Puedes conocerlos a todos desde su sitio oficial.

 

Los pueblos del río Omo

 

Alrededor del cuerpo acuático más importante de Etiopía se ubican seis tribus que dependen de él para su supervivencia, pese a su clima semi árido y condiciones impredecibles derivadas.

 

La inundación anual permite la subsistencia de la biodiversidad de la región, que también garantiza la alimentación de las tribus y la de su ganado, así como el crecimiento de sus cultivos, la pesca y la caza.

 

A pesar de la cooperación milenaria entre los grupos, inevitablemente compiten por recursos naturales en ciertos periodos y cada vez más desde que el gobierno ocupa más y más tierras tribales. Gracias a la introducción de armas de fuego, las disputas inter étnicas son aún más peligrosas.

 

Aunado a la situación, la construcción de una inmensa presa hidro eléctrica llamada Gibe III, amenaza con destruir el de por sí frágil ambiente de los grupos étnicos.

 

La compañía italiana Salini Costruttori comenzó la obra a finales de 2006 y ha completado un tercio de ella. Para completar la construcción, el Banco Comercial de China financiará parte del proyecto.

 

Pigmeos

 

El pueblo Pigmeo vive en las selvas de África central desde hace milenios. Aunque las numerosas tribus que habitan la zona hablan distintos lenguajes, tienen en común la palabra Jengi, el espíritu del bosque, su deidad principal. Y es que el bosque es fuente de sus creencias, sus medicinas, alimentos e identidad cultural.

 

Sus tradicionales prácticas de recolección, caza e intercambio con las sociedades establecidas alrededor del bosque se han visto afectadas por varias razones. El bosque es amenazado por excesiva deforestación, la expansión de las granjas y la actividad comercial. Aunado a esto, diversos proyectos de conservación han desplazado a los Pigmeos.

 

Como resultado, muchos de ellos sufren de extrema pobreza y salud a medida que se ven obligados a establecerse en asentamientos a las faldas de su antiguo bosque.

 

Innu

 

Viven al norte de Canadá en el territorio al que llaman Nitassinan, un área grande plagada de bosques, lagos, ríos y rocas.

 

Los Innu han vivido en el mismo lugar durante milenios, sobreviviendo como cazadores nómadas de osos, castores, caribús y puercoespines. A lo largo del año las aguas de Nitassinan están congeladas, por lo que viajan en grupos de pequeñas familias hacia el norte para esperar que estas se derritan. Cuando eso ocurre, las familias vuelven para visitar a los amigos e intercambiar pescado.

 

Hasta mediados del siglo XX los Innu mantuvieron su estilo de vida intacto, hasta que se vieron obligados a establecerse en pueblos. Durante la década de los 50 y 60, el gobierno canadiense y la iglesia católica los presionaron para formar comunidades, lo una transición difícil y traumática.

 

A pesar de que los Innu aún cazan y recolectan, muchos de ellos mantienen empleos o dependen de la pensión otorgada por el gobierno. La vida en sus comunidades es sumamente violenta y los casos de alcoholismo, drogadicción y suicidio son frecuentes. Muchos Innu aún luchan por mantener su estilo de vida tradicional, pero las concesiones de su territorio para explotación, y la inundación constante por plantas hidroeléctrica se los impide.

 

En 1999, el comité de derechos humanos de la ONU describió la situación como “el asunto de mayor presión que enfrenta Canadá” y condenó al país por extinguir la vida de sus aborígenes.

 

Tribus de Sibera

 

Los vecinos de los Innu del otro lado del mundo, solían ser nómadas que sobrevivían de la cría de renos, la cacería y recolección. De ellos, sólo 10% permanece en movimiento, comparado con el 70% de hace 30 años.

 

Las lenguas que hablan difieren entre sí y no se relacionan de manera alguna con el ruso. Los Sakha (también conocidos como Yakuts) y los Komi tienen sus propias repúblicas dentro del estado ruso, aunque su territorio no ha sido respetado durante años.

 

Junto a la Unión Soviética, llegó también la industrialización de la región ocupada por las tribus de Siberia. El territorio se plagó entonces de extranjeros y autoridades dedicadas a suprimir el lenguaje y cultura de los indígenas. 

 

Años después, el mayor problema que enfrentan es la degradación ambiental provocada por la explotación de petróleo, madera y gas, además de la falta de claridad sobre la propiedad de las tierras.

 

Today their biggest problems are the environmental degradation caused by the oil, gas and logging industries in the area, and the lack of clarity about land rights.

 

Dongria/Kondh

 

Las Colinas Niyamgiri en la India, es el hogar de los Dongria y Kondh, el mismo en el que Vedanta Resources se empeña en escavar para obtener bauxita (mineral de aluminio).

 

Los 8,000 miembros de las tribus que viven repartidos en varios pueblos de la montaña, se refieren a sí mismos como Jharnia, que significa “protectores de riachuelos” pues se conciben como los guardianes de las montañas sagradas y los ricos bosques que ahí yacen.

 

La explotación de Vedanta destruiría el bosque y los ríos de los que dependen tanto los Dongria como los Kondh, por lo que están empeñados en defenderse. A lo largo del tiempo, han formado cadenas humanas entre otras manifestaciones para cortarles el paso. Cuando uno de los jeeps de la compañía alcanzó un paraje divino, fue incendiada por los indígenas.

 

A pesar del mandato del gobierno de India de respetar los derechos de los Dongria y Kondh, Vedanta se niega a acatar el mandato, por lo que la batalla por Niyamgiri volvió a la Suprema Corte del país.

 

Guaraní

 

Una de las primeras tribus que conocieron los conquistadores europeos hace 500 años, fueron los guaraníes de Brasil. En la actualidad, son el grupo indígena más numeroso del país, con 46, 000 personas viviendo en su tierra y extendiéndose por Paraguay, Bolivia y Argentina.

 

Los Guaraní están divididos en tres grupos, Kaiowá, Ñandeva y M’byá, todos conformados por personas sumamente espirituales. Tanto así, que cada comunidad cuenta con una casa de oración y un líder religioso cuya autoridad representa más una posición de prestigio que de poder tradicional.

 

Los Guaraní son un pueblo de nómadas, pero no como estrategia de subsistencia, sino como búsqueda espiritual. Los indígenas creen en la “tierra sin maldad”, un lugar descrito por sus ancestros como libre de dolor y sufrimiento. Durante generaciones, los Guaraní han cambiado su residencia en búsqueda del mágico sitio.

 

Ahora, los Guaraní han renunciado a su búsqueda. Gracias a la sobre explotación de la tierra, han visto casi todo su hogar desaparecer el último siglo, lo que ha desatado una ola de suicidios sin igual en Sudamérica.

 

Awa

 

Los Awa permanecieron alejados de la civilización durante generaciones recolectando fruta, cazando cerdos salvajes y siguiendo el ritmo de la selva amazónica de Brasil.

 

Cuando el territorio rico en recursos naturales fue descubierto por el resto del mundo, comenzó su explotación y la amenaza de los indígenas. Al igual que muchos grupos brasileños, los Awa podrían desaparecer como resultado de las granjas, minas, deforestación y demás industrias impuestas sobre la zona. Mientras continúen los proyectos de presas hidroeléctricas y la expansión de granjas ganaderas aprobados por el congreso de Brasil, la situación es cada vez más alarmante.

 

El asunto es ciertamente complejo. Los grupos de granjeros brasileños argumentan que gracias a la explotación de la tierra, el país goza de un creciente clase media y es “el segundo mayor exportador de alimentos del mundo.”

 

El 11% del territorio brasileño y el 22% del Amazonas han sido entregados de vuelta a los indígenas, lo cual no beneficia a nadie, de acuerdo a los granjeros. “¿Quién se beneficia con eso? Nuestro país no, ni los indígenas, que no necesitan más espacio físico, sino servicios, educación y un sistema eficiente de salud” afirmó la senadora Karia Abreu, presidente de la federación nacional de agricultura y ganadería de Brasil.

 

Pese a las zonas protegidas, las tierras de los Awa siguen siendo explotadas por aserraderos ilegales, que obligan a los indígenas a re ubicarse una y otra vez. Las condiciones de pobreza que enfrentan como consecuencia, ha desatado una crisis de suicidios (igual que los Guaraní) entre 200 y 2011 además de los asesinatos cometidos en contra de los indígenas por “hombres enmascarados.”

 

¿Quieres ayudar? En Survival International te dicen cómo.

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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