'Quedé embarazada después de una violación'

Quedé embarazada después de una violación / Thinkstock
Quedé embarazada después de una violación / Thinkstock
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Durante 2013, 35% de las mujeres en el mundo sufrió violencia física y/o sexual como lo dio a conocer unwomen.org. Conoce la historia de una chica de 19 años que quedó embarazada producto de una violación.


Sin ánimo de sonar amarillistas, te contamos esta historia que retomamos de salón.com para que siempre cuides de ti y sepas que en la mayoría de los casos este tipo de situaciones no se denuncian por lo que debemos alzar la voz.


Mi historia empieza en una noche de campamente en el campus de mi mejor amiga en Nueva York. Asistí al campamento con ella y su esposo, quien era parte de la marina.


Esa noche pedí permiso a mis padres para quedarme en la casa de mi amiga, así que al volver, ella me ofreció quedarme en el dormitorio de la planta superior.

 

Me sentí especial, desempaqué mis cosas en la pequeña habitación aislada y fui la primera en ir a dormir.


Adormilada y en medio de la noche sentí una mano que me tapaba la boca. Era el esposo de mi mejor amiga. Un hombre grande que me impedía moverme. Todo parecía ocurrir en cámara lenta. Mis ojos se posaron en él, ¿por qué me hacía esto?


Me preguntaba qué es lo que había hecho para que el esposo de mi mejor amigo me hiriera de esa manera.  Después me di cuenta que no estaba solo. Vi otra cara en la oscuridad, otro amigo que conocía de toda la vida y que ahora estaba encima de mí.


El dolor en mi cuerpo se disparó cuando sentí cómo me arrancaba la ropa interior. Mi respiración se detuvo y la sangre en mis venas dejó de fluir.


Ahora sé que ese era el inicio de lo que se siente ser abusada sexualmente.

 

Mi existencia ahora giraba en una oscuridad con grilletes  de la que nunca pude imaginar.


Después de esa noche tuve muchas pesadillas y no podía confiar en nadie. Creí que nunca podría borrar la suciedad de mi cuerpo.

 

Nunca presenté cargos porque tenía 19 años y eso fue hace 30 años, no siquiera sabía si eso era considerado un delito.


Cuando pensé que nada podía ser peor me equivoqué. Mi periodo nunca llegó, al principio asumí que era por el estrés y la ansiedad así que esperé y esperé y mis miedos se hicieron realidad.


8 semanas después de que fui abusada, Planned Parenthood me lo confirmó: estaba embarazada.


Mi mundo entero cambió. Soy católica y no podía entender por qué me había sucedido esto. Era inocente, no había hecho nada malo, pero me sentía culpable y avergonzada.


Estaba mental, emocional y espiritualmente quebrada. No quería ningún recuerdo de lo ocurrido esa noche, haría lo que fuera posible para borrarlo con la esperanza de aliviar mi dolor y de borrar la desagradable sensación que tenía cada que me miraba al espejo.


Para mantener la poca cordura que me quedaba, decidí interrumpir mi embarazo.


6 meses después de la violación dejé la universidad y desarrollé un desorden alimenticio. Colapsé con el alcohol y con relaciones de abuso.


Traté de suicidarme y me llevó 12 años poder tener el valor de expresar lo que me había sucedido y otros 8 años para tratar de revertir el daño que ya estaba hecho.


20 años culpándome de un crimen que no cometí.


El embarazo resultado de una violación es un recordatorio de la violencia, de la brutalidad a la que tu cuerpo es forzado para hacer algo que no quieres.

 

Quiero decirle a todas las mujeres que han pasado por el trauma de un abuso sexual que tienen el poder de decidir qué hacer con su cuerpo después de una barbaridad de épicas proporciones. 


He aprendido a hablar de mi experiencia, a nunca callarme de nuevo, pero estoy harta de ver las noticias y escuchar puntos de vista de los políticos de lo que se supone una mujer debe hacer luego de pasar por esto.


La única persona capaz de tomar una decisión es la mujer que fue violentada.

 

Fin de la historia.

 

Cortesía de texto: salon.com (Renee Devesty) 

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