Un lugar ideal para los amantes del Brunch

La verdad es que el brunch es mi parte favorita de los fines de semana. Algo tiene esta práctica de despertar tarde, vestirte cómoda y salir a desayunar/comer con un poquito de champagne. Por eso cuando me invitaron a probar el Brunch del hotel Hyatt Regency no dudé en aceptar.

Y es que las veces que me ha tocado comer en el Hyatt siempre he quedado muy satisfecha. Tienen una excelente cocina que no desilusiona, pero honestamente para el Bruch se lucen.

Puedes comenzar la degustación en la barra de ensaladas, que no es como otras barras que usualmente vemos en restaurantes buffet. Aquí tienes opciones gourmet, guarniciones asadas para agregar y una selección de deliciosos aderezos por si quieres ponerle poquitas calorías a lo sano.

Después pasamos a la barra de ceviche. Sí, como lo leíste, una barra exclusiva para ceviche donde te puedes servir de las opciones ya preparadas o pedirle al chef que te arme uno a la medida. Tienen una variedad de ingredientes frescos para escoger.

¿Terminaste con lo frío? En la parrilla te pueden preparar el corte que elijas. Tienes una selección de puerco o res y una amplia gama de pescados a tu disposición. Ahí mismo seleccionas tu guarnición (a mí me tocó un camote hervido para morirte, una lasaña de calabaza bastante huérfana y unas papitas que me obligaron a levantarme por un segundo plato).

Ahí mismo puedes pedir una rica pasta. Escoge entre distintos tipos, selecciona tu salsa y tus ingredientes y disfruta de esta cocina “a tu medida”.

Ya para este punto uno comienza a sentir que no podrá volver a probar alimento en al menos una semana (hasta el próximo brunch, claro) pero todavía no terminamos el tour culinario. Es momento de carnes frías, quesos y pan. No dejen de probar las mermeladas de distintos chiles, es una experiencia orgásmica untarlas sobre un pan recién hecho y decorarlo con un poco de jamón serrano.

Por si fuera poco, las pizzas personales (que te pueden preparar al gusto) también son una delicia que no te puedes brincar. Mientras esperas te sugiero que pruebes los pepinillos (que también hacen ahí mismo) para que te termines de enamorar de los chefs.

Ahora sí, ¿lista para el postre? Hay una barra gigante para escoger. Mi favorito fue el Crème brûlée, sin duda el mejor que he probado porque el platito en el que lo sirven es muy bajito, y esto te da más caramelo con cada mordida. En serio, un final sublime.

Cuando ya no podíamos con un bocado más el chef Miguel Gómez nos hizo una pequeña degustación de los chocolates y bombones que venden. Te pueden sacar lágrimas de lo bonitos y deliciosos que son. Les recomiendo en especial el de frutos rojos y el de curry.

Claro que no puedes dejar de pasar por la barra donde te prepararán mimosas deliciosas y creativas. Prueba la de zarzamora, tu paladar te lo agradecerá.

El horario del brunch es de 1:00 a 5:00 pm todos los domingos.