“Cada vez nos despedimos mejor” está de regreso

Debo ser la única persona que vio primero “El amor de las luciérnagas” y luego “Cada vez nos despedimos mejor”… les cuento esto porque me enamoré del trabajo de Alejandro Ricaño antes de saber que él era el responsable del éxito de este monólogo que protagoniza Diego Luna.

No tuve oportunidad de ver esta obra en su primera temporada, cuando se presentó en la Sala Chopin en la Condesa… fui de las que nunca encontró boletos porque siempre estaban agotados, indicador del éxito que estaba teniendo.

Entonces me tocó ver primero “El amor de las luciérnagas” y me quedé intrigada por el trabajo de Ricaño… y el domingo me invitaron a ver la nueva temporada de “Cada vez nos despedimos mejor”, ahora en el Foro Cultural López Tarso, en San Ángel.

Y ahora sí, con más tablas me declaro fan del trabajo de este Director. Y por supuesto del gran trabajo actoral con el que Diego Luna pone a Mateo en el escenario.

Una historia sobre amor y desamor, sobre pérdidas y encuentros y herencias innegables que nos dan un equipaje que no siempre queremos cargar. Mateo es un personaje común, alguien que todos somos, fuimos o vamos a ser alguna vez, con una historia que para él se desarrolla en muchos años pero con la que todos podemos identificarnos…

Enmarcada en acontecimientos históricos, Ricaño utiliza fechas comunes como recurso para que los espectadores nos sintamos identificados. Todos tenemos una historia del 19 de septiembre de 1985, todos recordamos qué estábamos haciendo cuando mataron a Colosio o cuando se cayeron las Torres Gemelas… nuestra generación tiene una opinión sobre la matanza de Acteal y todos nos vimos afectados por la devaluación del 95.

Este recurso te hace sentirte parte de la historia, como si tú fueras cualquier amigo de Mateo, cualquier vecino, alguien que desarrolla una trama paralela a la tuya porque tú viviste todo eso aunque tu novela se haya escrito diferente.

Diego Luna es un actor de teatro, con todas las implicaciones que esto tiene, y me enorgullece haberlo visto en un papel que pudiera parecer sencillo pero que requiere de muchas tablas para lograr que este monólogo se sienta ligero y empático.

Alejandro Ricaño lleva a Diego Luna a transgredir barreras, nos lleva a escenas incómodas y las corta con una carcajada, nos ubica en lugares comunes y nos suelta una frase que a nadie más se le podría haber ocurrido, una de esas frases que describen situaciones que todos hemos vivido pero a las que nadie había puesto en palabras: “Recordar es volver a pasar por el corazón”.

“Cada vez nos despedimos mejor” es una gran obra que habla de un teatro diferente del que espero seguir viendo mucho más en México. Ahora está en el Sur de la ciudad de México y a precios súper accesibles así que no hay pretexto chicas, ahora sí nadie puede quedarse sin verla.

• Ubicación: Av. Revolución esq. Fco. I. Madero, Col. San Ángel
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• Fax 5616 1254

Funciones: viernes y sábado a las 19:00 y a las 21:00 y los domingos a las 18:00 y a las 20:00 y estará hasta el 3 de agosto.