Seis mujeres y sus fascinantes biografías

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Un libro único que llega a los sitios que la historia oficial (hecha por hombres) no pudo o no quiso transitar. Un libro sobre mujeres importantes de la historia, escrito por una mujer y para un público de cualquier sexo.


Se trata del recientemente lanzado de Reinas malditas de la periodista y escritora Cristina Morató. Seis mujeres que marcaron a sus países y épocas por una excepcional existencia, la mayoría de las veces incomprendidas o intencionadamente vilipendiadas.


Mujeres legendarias como la Emperatriz Sissi de Austria-Hungría, la última zarina rusa Alejandra Romanov, la reina Cristina de Suecia, la emperatriz Eugenia de Montijo de Francia, la reina Victoria de Inglaterra y la austriaca y reina de Francia María Antonieta.


Reinas malditas transita por lo que la historia oficial no contó de ellas, pero también se aleja del idílico cuento de hadas que muchas mostraron el cine y cierta literatura. Mujeres en sus virtudes y defectos: caprichosas, excéntricas, rebeldes y ambiciosas, pero que enfrentaron la soledad, el desarraigo, la nostalgia, la falta de amor, el sufrimiento, el fracaso matrimonial, la dolorosa pérdida de sus hijos o el sentirse extrañas en una corte que las trataba con recelo.


Sin lugar a dudas seis apasionantes relatos-biografías escrito por una excelente narradora, que no por gusto es miembro fundador y actual vicepresidenta de la Sociedad Geográfica Española, y miembro de la Royal Geographic Society de Londres.


Y he aquí las mujeres que animan esta excelente obra:

 

María Antonieta


María Antonieta nació el día de los Difuntos, por lo que desde muy joven pensó que su vida estaba marcada por la tragedia. Pasó de ser una de las princesas más bellas y envidiadas de Europa a morir en la guillotina. Sufrió humillaciones y  fue víctima de conspiradores, envidias y celos que la llevaron a la destrucción física y a ser maldecida por la historia.

 

La Emperatriz Sissi


«No me quedó otro remedio que vivir como una ermitaña. En el gran mundo me persiguieron y me juzgaron mal, me hirieron y me calumniaron tanto... Y sin embargo, Dios, que ve en mi alma, sabe que jamás le hice daño a nadie”. Sin embargo, en el libro se presenta más, tanto en su esplendor físico como en su faceta más oscura, con sus desplantes y menosprecios. Pese al amor del emperador, la vida de Sissi estuvo marcada por las desgracias. El suicidio de su hijo Rodolfo supuso el golpe definitivo para su maltrecho ánimo. Tras la tragedia repartió sus joyas entre sus damas más fieles, se vistió para siempre de luto y prohibió que la retrataran.


La Zarina Alejandra Romanov


Alejandra Romanov  tuvo un trágico final junto a toda su familia, asesinada brutalmente por los bolcheviques niños pequeños incluidos. El relato de “la última zarina” nos mostrará el carácter contradictorio de una mujer dominante, obstinada y fanática, convencida de mantener el poder absoluto de la monarquía, a la vez que dispuesta a sacrificarse por el pueblo y ayudar a los más necesitados.


La emperatriz Eugenia de Montijo


La condesa de Teba fue una niña revoltosa, independiente y fantasiosa, hasta que se convirtió en la esposa de Napoleón III, emperador de los franceses: “Hago lo que puedo, pero no me quieren. Soy una extranjera. Los franceses no se lo perdonan a sus soberanas... ¡Si supieran lo que daría para que me amaran de verdad! ¡Solo el cariño de los pueblos puede pagar a los soberanos, porque su vida es muy árida! ¡Si pudiesen dejar de llamarme la española! ¡La austríaca! ¡La española! Esas palabras son las que matan a una dinastía».


La reina Victoria de Inglaterra


Consciente de su destino a la temprana edad de doce años cuando, con 18 subió al trono, se dotó de un sorprendente carácter que se fue forjando a través de curiosos giros que nos mostrarán una realidad diferente a la imagen que nos ha llegado. Su época, la victoriana, ha sido duramente criticada, pero su reinado, para los ingleses, fue realmente próspero.


La reina Cristina de Suecia


Considerada poco agraciada por sus contemporáneos, la reina sueca fue una mujer de sensacional erudición, adelantada a su tiempo, extravagante y rebelde. Su determinación de no casarse, unida a la decisión de abdicar y convertirse al catolicismo, provocó una fuerte conmoción en toda Europa y en su propio reino. Su lema siempre fue: “He nacido libre, he vivido libre y moriré libre”.

 

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