¿De qué color es tu sombra?

José Ignacio Valenzuela no había escrito para niños… Es más, José Ignacio no escribe para nadie en particular, él escribe y luego alguien más dirige sus textos al mejor público. Lo que sí es un hecho es que siempre llegan a donde tienen que llegar.

Un buen día, más bien una buena noche, José Ignacio estaba en su hotel durante la presentación de uno de sus libros en la FIL de Guadalajara y a las 3 de la mañana despertó después de un sueño muy claro en su cabeza: un niño que tenía la sombra de otro color.

El color de tu sombra surgió entre las 3 y las 6 de la mañana y la historia se fue escribiendo sola, sin un propósito fijo más que el de contar la historia de Agustín, un niño con el que nadie quería jugar porque su sombra era amarilla.

Hasta que una noche tendrá la oportunidad de demostrar cómo lo que para algunos es motivo de discriminación puede ser la herramienta más poderosa para salvarlos a todos.

“Aunque mi intención no era la de transmitir ningún mensaje sino la de entretener (como todos mis libros, escribo para regalarle al lector una buena experiencia, sacarlo de la realidad), al final este tema encierra muchas lecturas”.

José Ignacio tiene la certeza de que lo que nos hace distintos es nuestro gran valor y eso es justamente lo que se plasma de una manera divertida, alegre y un tanto nostálgica en este cuento.

“Creo que Agustín van a ser un adulto empático, solidario… él fue educado a no juzgar, a no tener prejuicios y definitivamente va a ser un gran papá”.

Para José Ignacio Valenzuela el gran motor de sus 18 libros ha sido la búsqueda de la identidad, “todavía no descubro qué nos hace ser lo que somos” y sus historias giran alrededor de la esencia del ser humano, de lo que nos constituye y nos hace diferentes.

Agustín tiene mucho de José Ignacio, “yo sufrí bullying cuando era niño, me gustaba leer y no me gustaban para nada los deportes… además crecí muy rápido, siempre fui muy alto, siempre sobresalía una cabeza por encima de mis compañeros… Siempre quise ser invisible y me invadía esta sensación de soledad, de querer buscar refugio en otro lado, como Agustín”.

Y si tomamos como eje de partida el hecho de que José Ignacio cree que nuestras diferencias son los que nos hace especiales entendemos perfecto cómo se desarrolla la vida y la historia de Agustín y cómo logra, a través de una serie de eventualidades, demostrar que es justo eso, su “diferencia” lo que lo hace ser único y por lo tanto, valioso para todos.

“La única certeza que tenemos es que no hay 2 cosas iguales. Lo que nos hace distintos es nuestro gran valor y hay que defenderlo. No sé por qué le tememos a la diversidad…”.

José Ignacio cree que el mundo del mañana será mucho más incluyente… Que hoy en día tenemos consciencia de cosas que antes no escuchábamos “ahora hay una preocupación más fuerte de la sociedad civil, los adultos de hoy en día educamos diferente a nuestros hijos, hoy sabemos que un chiste racista no es un chiste.”

Y en este sentido el autor también nos habló sobre la importancia de que nuestros niños lean: “Cuando los papás se acercan y me dicen muy consternados que sus hijos no leen les pregunto ¿y tú lees? ¿Tú hijo te ve leyendo? Uno llega la lectura por imitación, nosotros podemos construir hijos lectores. El padre es el que hace al niño lector”.

Cuando José Ignacio era chico su mamá solía inventarle diferentes finales a las historias que le contaba, o dejaba que él creara sus propios finales incitándolo así a construir sus propias historias en la cabeza.

“Ese me parece un ejercicio excelente. Dejemos que nuestros hijos cuenten sus propios finales y sin darse cuenta estarán inventando sus propias historias”.

José Ignacio Valenzuela creó un cuento corto lleno de esperanza, de mensajes de amor y de aceptación y tolerancia y ahora es nuestro deber que sus letras lleguen a los oídos de nuestros hijos. Este libro llega a nosotros gracias a Alfaguara Juvenil y está disponible en las principales librerías del país.

Y si tienen alguna pregunta, duda o comentario pueden contactar al autor a través de Twitter @ElChascas o en su Facebook: José Ignacio Chascas Valenzuela.