El teorema de Katherine

Después de haber sido dejado por Katherine XIX, Colin, un prodigio que habla doce idiomas y del cual todas sus novias hasta ahora se han llamado Katherine, sueña con ser alguien importante; devastado por la ruptura, sale de viaje con su mejor y único amigo Hassan (un musulmán fanático de la juez Judy), con motivo de animarlo un poco.

Gracias al archiduque Fernando Francisco (el que desató la Primera Guerra Mundial) encuentran el pueblo de Gutshot, Tennessee, donde les ofrecen un trabajo y hospedaje en la casa de Hollis. Durante su estancia allí, se impondrá el reto de encontrar un teorema que prediga las relaciones amorosas y mientras crea el teorema logrará descubrir cuáles son las verdaderas amistades.

Una novela que te hará reír a carcajadas gracias a ese humor inteligente que te logrará enganchar y antes de que te des cuenta ya lo habrás terminado. A lo largo del libro, los protagonistas irán creciendo emocionalmente al punto que te darás cuenta de que Colin, deja de ser el solitario, aburrido y preocupado por ser alguien en la vida, que era al principio del libro.

Algo que hay que destacar, son las notas al pie de página, que tendrán información que te hará entender mejor la historia o hacerte reír con algún dato curioso mencionado en el libro.

Le daré 8 estrellas de 10, sin embargo, es de las lecturas más cómodas que he tenido hasta ahora y aunque de repente tenga algunas expresiones matemáticas que no llegues a entender del todo (yo no lo logré), no es necesario entenderlas para disfrutar este libro. Lo recomiendo para personas de 13 años en adelante.