Una Noche en la Playa, de Alejandro Ricaño

Ver una obra de Alejandro Ricaño es garantía de ingenio, aunque no la haya escrito él… y con “Una noche en la playa” no saldrán defraudados.

Además de una maravillosa actuación por parte de Odiseo Bichir (al que siempre es un placer ver en escena), Alfonso Dosal nos da una grata sorpresa al interpretar a un chico sin muchas ambiciones que cuida de un puesto de palapas y cervezas en la playa.

La ubicación podría ser una playa cualquiera de México, aunque se hace referencia a estar en el Caribe mexicano, y este podría ser un puesto de palapas cualquiera en el que se sienta un extranjero como muchos otros.

Con una narrativa que te envuelve desde el primer diálogo, Javier Veiga nos plantea una noche cualquiera, en una playa cualquiera, en la que se encuentran este extranjero de Nueva York nacido en Suiza y este chico cuya única función de momento es resguardar los camastros del puesto.

Una escena que podemos recrear fácilmente en alguna playa que hayamos visitado… el inicio de un diálogo que tal vez muchos hayamos presenciado. La genialidad de usar estos recursos comunes para sentirnos identificados con ambos personajes de la historia.

El extranjero quiere platicar… el chico quiere recoger los camastros e irse a casa, pero ¿quién puede resistirse a los dólares? Entablan conversación y claro, son como todos los personajes que aparecen en obras de Ricaño, nos caen y se caen bien, como si estuvieran destinados a encontrarse.

Pero el extranjero tiene un secreto… Una palabra en medio del diálogo cambia el tono de la conversación, carga el ambiente de peligro, nos hace caminar sobre pantanos.

¿Por qué alguien querría matar a alguien?

En esta obra Javier logra retratar personajes tan reales como transparentes, a pesar del equipaje que ambos cargan. Varias carcajadas y hacia el final la sensación de estar en la esquina del asiento esperando el desenlace…

“Una noche en la playa” es presentada por Producciones Fábregas y Tercera Llamada y está dirigida por Alejandro Ricaño quien indudablemente imprime algo de su esencia en las escenas.

Sobre la obra, Ricaño escribe:

“… Cuando un director de teatro tiene que justificar que se encaprichó en montar una obra rusa del s. XVII normalmente dice que se trata de un texto que habla de la realidad mexicana contemporánea más que cualquier texto de cualquier dramaturgo de nuestro país. A mi no me gustaría decir esa mentira, pero “Una noche en la playa”, del dramaturgo español Javier Veiga, nos queda como un condenado traje hecho a la medida. El mismo desafortunado encuentro entre Manu y Klaus se puede suscitar en una playa del Mediterráneo que en una del Caribe y el resultado siempre sería el mismo”.

A través de su obra Veiga nos invita a pensar en cómo siempre nos las ingeniamos para echarle la culpa de todo a alguien más… los humanos, seamos de donde seamos, somos incapaces de aceptar nuestra responsabilidad sobre nuestras decisiones. La culpa siempre es de Hilary Clinton.

Esta obra se estrenó el 22 de mayo y estará una corta temporada en el Teatro Virgina Fábregas, viernes, sábados y domingos. No se la pueden perder.

Boletos a la venta en Ticketmaster.