Descubre el sur de Francia en tren

Si están planeando realizar un viaje a Francia, el verano es una excelente opción para hacerlo. Y después de visitar Paris, los chicos de Rail Europe nos invitan a recorrer el sur de este hermoso país a bordo de un tren que les permitirá contemplar los mejores paisajes.

Aquí les dejamos un ejemplo de tour que podrían tomar con las cosas que van a ver en cada una de las ciudades:

Paris – Aviñon

Tiempo promedio del recorrido en tren: 2 horas, 40 minutos

Aviñon es la puerta de entrada a la Provenza, región francesa de gran encanto, llena de luz e intensos colores.  En el verano, a mitad de julio, los campos de lavanda se encuentran en su máximo esplendor y regalan unas vistas espectaculares en tonos violeta y una agradable esencia que se percibe en el ambiente, características que atraparon a los pintores impresionistas de finales del siglo XIX.

Un viaje a Aviñon es una experiencia que te transporta por completo a la Edad Media.  Fue capital de la Cristiandad y residencia de los soberanos pontificios durante el siglo XIV.  Vale la pena considerar una visita al Palacio de los Papas, el Puente de Aviñon y las murallas de la ciudad, muestras latentes de las fortificaciones medievales.

Aviñon también es la capital de los vinos Côtes du Rhône o Valle del Rodano, zona vinícola que ha producido vinos por más de 2 mil años.  El reconocimiento de la Denominación de Origen Controlada «Côtes du Rhône» data de 1937 y destacan las variedades de Garnacha, Syrah y Monastrell, mismas que pueden encontrarse en Bouteilleire del Palacio de los Papas que ofrece degustaciones guiadas para conocer la calidad y diversidad de los vinos de esta región.

En el terreno de la gastronomía, la ciudad ofrece restaurantes accesibles y de ambiente romántico y acogedor para degustar lo mejor de la cocina provenzal a base de alimentos frescos locales, aceite de oliva, quesos y hierbas aromáticas como el tomillo, el romero y el laurel.

Aviñon – Sète

Tiempo promedio del recorrido en tren: 1 hora, 29 minutos

Continuando el recorrido hacia el sur de Francia, se llega a Sète, un puerto pesquero al que se le conoce como la Pequeña Venecia de Languedoc, por su red de canales entre el Mar Mediterráneo  y la laguna de Thau.  Sète es ciudad de filósofos y poetas, es el destino perfecto para los viajeros que gustan descubrir poblaciones pequeñas pero llenas de belleza y sorpresas.  En esta localidad se antoja una cena romántica a lado de la costa, un paisaje que se conservará en la memoria para toda la vida.

En el terreno de la gastronomía, existe una gran variedad de platillos a base de pescados y mariscos, con una excelente calidad, sabor y precio.  Las ostras son las protagonistas de la oferta culinaria ya que, a tan solo 15 minutos de la localidad, se encuentra el puerto de Bouzigues, donde hay uno de los criaderos de ostras más importantes de Europa.

Para acompañar tan singulares platillos, qué mejor que una selección de vinos del Sur de Francia como el Picpoul de Pinet que resulta un excelente acompañamiento para crustáceos ya que neutraliza la sal y el yodo. También resulta fantástico para degustar con un rico queso y embutidos.  La zona vitivinícola de Picpoul de Pinet es la mayor región de vino blanco del Languedoc y es una de las más antiguas.  En materia de vinos, también vale la pena contemplar los Coteaux de Languedoc y los Cotes du Roussillon.

Sète - Carcasona

Tiempo promedio del recorrido en tren: 1 hora, 10 minutos

Un viaje romántico en Francia no podría estar completo sin contar con una experiencia que literalmente te transporta en el tiempo y te convierte en protagonista de una aventura medieval.  Prosiguiendo el viaje por la zona de Languedoc-Roussillon, se recomienda visitar Carcasona, una de las ciudades medievales francesas mejor preservadas. 

El trabajo de restauración de esta ciudad tomó más de 50 años, su reconstrucción es una verdadera obra maestra del restaurador francés Eugène-Emmanuel Viollet-le-Duc.  La ciudad, con 2,500 años de historia, se divide en dos partes, la “ciudad baja” situada al borde de Aude y la “ciudad fortificada” que se extiende a lo largo de 3 kilómetros y que en 1997 fue declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Las impresionantes edificaciones medievales son por sí mismas una verdadera joya.  El ambiente es único e increíblemente romántico.

Los vinos de la localidad, como la historia misma de Carcasona, son fruto de su experiencia milenaria.  Creaciones que incorporan variaciones de uva atlántica y mediterránea, que revelan con fuerza su clara identidad y autenticidad.

Para visitar estos magníficos destinos del Sur de Francia, nada mejor que contar con un France Rail Pass, que permite realizar numerosos viajes por la red ferroviaria francesa.  Se puede elegir viajar en tren en primera o segunda clase desde 1 hasta 9 días de viaje dentro de un período de un mes.  Con esta alternativa que ofrece Rail Europe, es mucho más sencillo y cómodo sumergirse en las maravillas de cada localidad, sin tener que preocuparse por resolver trámites de transportación.