El terror de bañar a un gato

De mi increíblemente limitado conocimiento de gatos una de las cosas que sí sabía es que no son fanáticos del agua. Pero mi pequeña gatita adoptada (Tocino) insistía en meterse conmigo al baño todos los días y aunque me esperaba afuera de la regadera metía las patitas, se mojaba y no pasaba nada.

Lógicamente eso me hizo pensar que si la mojaba un poquito más no le iba a molestar. Así que estúpidamente yo, encuerada y enjabonada, decidí presentarle el chorrito de agua a Tocino. Resulta que los gatos son como los Gremlins, no se deben de mojar. Excepto que en lugar de multiplicarse cuando se mojan se convierten en pequeñas criaturas endemoniadas que te arañan como si el agua fuera lava ardiente.

Después de múltiples arañadas, un baño empapado como si nos hubiera agarrado el “huracán Tocino” y un concierto de maullidos que me sonaban a profundo reclamo decidí buscar cómo debe uno de bañar a su gatito. Estos son algunos pasos importantes para implementar.

1. Córtale las uñas.
2. Cepíllalo para que no se le enrede el pelo.
3. Llena una cubeta o bote con agua tibia (una palangana funciona mejor).
4. Mete las patitas traseras primero. Déjalo pararse en dos patas si prefiere.
5. Usa un trapito o un botecito para mojar el cuerpo de tu gato.
6. Enjabónalo sólo del cuello para abajo.
7. Sostener a tu gato del cuello es la forma más sencilla de mantenerlo bajo control.
8. Enjuágalo bien, que no queden residuos de shampoo.
9. Lava su cara sólo con agua.
10. Te recomiendo tener dos toallas para que te asegures de que quede bien seco. Cuando sientas muy mojada la primera toalla termina con la segunda.
11. Dale un premio al final.
12. A los gatos les gusta el agua caliente. ¡No lo bañes con agua fría!

Y para motivarte, fotos de gatos mojados.

¿Ves como no les gusta bañarse?