Mantén vivo tu bonsái

Yo recomiendo pensar en dos categorías de bonsái: de interior y de exterior. Las dificultades comienzan cuando los productores descuidan informar a los clientes de los diferentes requerimientos de los dos tipos. El problema podría ser que tienes un bonsái que necesita estar al aire libre y es poco probable que prospere en la medida que se mantenga en las condiciones normales del hogar.

Tu planta es probablemente un ''Juniperus procumbens',' una de las especies más comunes que se venden como bonsái. Este arbusto de bajo crecimiento se utiliza a menudo como bonsái debido a su hábito de lento crecimiento y su apariencia nudosa. Pero cuidado: los enebros prefieren ser cultivados al aire libre. Los jardineros bien intencionados creen que tienen un bonsái instantáneo para exhibir en sus casas, pero las plantas mueren en un par de meses. Así es como los bonsái obtienen su reputación de ser difíciles de mantener.

Los enebros y otros bonsáis al aire libre, como el pino, cedro, ginkgo, arce japonés y carpe, prosperan bajo un sol adecuado, aire fresco y humedad. Muchos de ellos exigen un periodo de reposo fresco, y es posible que pierda sus hojas en invierno. Un bonsái de exterior, como el enebro, necesita ser hibernado en un espacio que permanezca por debajo de 55 grados Fahrenheit.

Puedes buscar plantas tropicales y subtropicales, tales como ficus, aralia Ming, schefflera enana, Podocarpus y jade enano, que son algunos de los bonsáis más fáciles de cuidar. También crecen en el interior, y requieren más o menos el mismo trato que otras plantas. Hay una excepción: los bonsái en general, necesitan ser regados más frecuentemente, ya que su tierra se seca rápidamente en macetas poco profundas.

Para experimentar realmente el arte del bonsái, aprende a cortar, formar, alambrar y a podar la raíz de tu planta a medida que crece.