Cómo cultivar lilas

Las plantas comunes de lilas (Syringa vulgaris) son arbustos de larga vida que se cubren con grandes picos de flores diminutas, de púrpura fragante durante la primavera. Si tu arbusto no florece con regularidad, hay tres posibles razones: falta de sol, lo estás podando fuera de tiempo, por lo que no le queda suficiente tiempo para crecer y florecer, o el clima donde vives no le favorece.

Para ser exitosas, las lilas comunes necesitan mucha luz del sol. Un arbusto plantado hace años a pleno sol, puede estar ya rodeado de árboles más grandes que le dan sombra. En este caso, siembra una nueva planta en un lugar más soleado. Deberá tener flores durante el primer año.

Las lilas se benefician al podar sus tallos leñosos para fomentar la circulación de aire y un nuevo crecimiento, pero el momento adecuado es crucial. Casi inmediatamente después de la floración, la planta empieza a formar brotes que mostrarán sus resultados la próxima temporada. La única vez que debes podar el arbusto es justo después de que las flores se han marchitado.

Otro de los factores necesarios para que las lilas comunes florezcan es un frío invernal adecuado. Sin éste, se esfuerzan mucho y florecen con irregularidad, y algunas no florecen en absoluto. Si vives en un lugar que tiene inviernos suaves, elige un híbrido Descanso. Estas lilas se han desarrollado para florecer de forma confiable en esos climas. La mayoría de centros de jardinería y viveros locales las ofrecen.