Cómo integrar a nuestros abuelos este fin de año

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El comienzo de un nuevo año es, quizás, una de las épocas más ambivalentes. Mientras la mayoría de nosotras nos preparamos para festejarlo de mil maneras, en ocasiones, olvidamos que muchos hombres y mujeres mayores sienten la soledad más dolorosa. Los recuerdos se hacen presentes y la nostalgia se intensifica por la ausencia de los seres queridos.


Si eres afortunada y todavía tienes abuelos, sabes de lo que hablamos. Si no, ten presente que uno de cada 10 mexicanos tiene más de 60 años. Según el INEGI, la población de adultos mayores en México supera actualmente los 10.9 millones de habitantes. El 43% de adultos mayores se encuentra en situación de pobreza y en el 26% de los hogares habita al menos un sexagenario.

 

Lo que debemos saber

 

Si bien es cierto que esta temporada festiva tiene una alta valoración social y comercial, también es verdad que son fechas que suponen riesgos considerables para el grupo de mayores solos. Desde un punto de vista geriátrico, durante la navidad y el fin de año en la población de adultos mayores se incrementa un sentimiento de “balance del ciclo vital”, en el que se hace un recuento de experiencias, bienes acumulados durante la vida, recuerdos y una perspectiva familiar.

 

Para las personas mayores que viven algún tipo de exclusión, maltrato pasivo, indiferencia, soledad u olvido, el año nuevo puede ser un momento de introspección con riesgo de depresión. Hay investigaciones que señalan que existe una relación de riesgo entre la navidad, el incremento de cuadros emocionales y afecciones cardiovasculares. El reto está en saber cómo actuar o qué opciones ofrecer para ayudar a que las personas mayores que viven solas y que deseen compañía puedan tener oportunidades para compartir sus vidas.

 

¿Cómo queremos que nuestros mayores vivan el fin de año?

 

La respuesta está en integrarlos. Hacerlos partícipes de actividades tan cotidianas como la decoración del árbol, la puesta del nacimiento, o la preparación del postre, por ejemplo.

 

El mejor regalo que podemos entregar este año a nuestros padres, abuelos o a los vecinos mayores es una doble cuota de amor, sonrisas, comprensión y abrazos que refuerce su confianza y les otorgue tranquilidad para que ellos continúen viviendo cada día y cada etapa de la mejor manera.

 

No hay más que detenerse un momento, observar a nuestro alrededor y dedicar unos momentos para hacerles sentir que son especiales para nuestras vidas. Pongámonos en su lugar y, en lugar de refunfuñar porque el abuelo repite mil veces la misma historia o que la abuela es lenta en su andar, démosles un abrazo y demostremos cuánto los queremos. Este será su mejor regalo para darle la bienvenida al 2015.

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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