¿Cómo sé que mi gato es feliz?

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Víctor Hugo, el gran escritor francés, afirmaba: "Dios hizo el gato para ofrecer al hombre el placer de acariciar un tigre”. Para quienes somos amantes de los gatos, esta frase es absolutamente cierta. Si bien estos pequeños felinos se han sabido adaptar a vivir en nuestras casas, también es verdad que ellos son muy ellos, van a su bola y, aunque dan la impresión de ser indiferentes, los gatos nos brindan, a su modo, un gran afecto y mucha compañía.

 

Pero, ¿cómo saber si mi gatos es feliz conmigo? Expertos como John Bradshaw, autor del libro Cat sense (El sentido del gato), y coordinador del proyecto científico Horizon, que estudia el comportamiento de nuestros gatos en la actualidad, nos revelan 10 reglas de oro para saber si son o no felices.

 

1. Un gato feliz tiene espacio para merodear 

 

La primera regla de oro para lograr que el gato casero sea feliz es procurarle espacio suficiente para merodear en casa. "Los felinos domésticos se adaptan bien a la vida en el interior de una vivienda, pero necesitan tener acceso a varias habitaciones de la casa", señala la Sociedad Española contra la Crueldad hacia los Animales.

 

2. Necesita camas en distintas alturas

 

Los gatos caseros necesitan tener camas felinas, una sobre el suelo y otra en alto, que les permita inspeccionar. Ellos tienen la habilidad de convertir los espacios más insospechados en una confortable cama. Sillas, cajones, el interior de un armario y hasta el lavabo son susceptibles de ser aprovechados como lecho de descanso por estas versátiles mascotas.

 

3. Tiene un arenero protegido

 

Un gato doméstico necesita un arenero limpio, de tamaño suficiente como para permitirle estar cómodo y, algo muy importante, ubicado en un lugar apartado que le asegure intimidad. Se sentirán más confortables si este cajón de arena se encuentra retirado de ventanas exteriores o cristales, lejos de las miradas indiscretas de otros gatos o felinos ajenos a la casa.

 

4. Ama las terrazas o balcones 

 

Una terraza o balcón seguro, es decir, tapado con mallas que permitan la entrada de luz pero impidan que el gato se escape, extravíe o sufra un accidente, proporcionará a nuestra mascota un espacio estimulante.

 

5. Disfruta de una buena dosis de Catnip 

 

Ocho de cada diez gatos sienten una atracción especial hacia la llamada hierba catnip, una planta herbácea de 40 centímetros de largo y hojas aserradas, que desprende un olor similar a la menta. Según la veterinaria española Pilar Ramón, autora del blog Veterinaria en casa, esta hierba “ejerce un efecto narcótico en muchos gatos, disfrutan con ella y no es extraño ver a un felino saltar o correr de un sitio a otro tras haber masticado esta planta".

 

6. Un gato feliz tiene rascadores

 

Para ellos, son indispensables para lijar sus uñas, desestresarse y dejar potentes señales visuales y olorosas al resto de felinos de la casa.

 

7. También juega con su dueño

 

Los gatos desarrollan su inteligencia, pero también un comportamiento social, a través del juego. Esto explica por qué es tan importante que el dueño reserve tiempo para jugar con el gato. Los juegos favorecen la salud física del animal, desarrollan su destreza e instinto cazador y fortalecen la relación entre gatos y humanos.

 

8. Un felino feliz come de forma equilibrada

 

La alimentación equilibrada del gato es una de las claves para que sea feliz. Es importante no sobrealimentarle y hacerle pasar por la báscula con regularidad para evitar que supere su peso ideal.

 

9. Un gato contento... tiene compañía 

 

Los gatos, como los perros, son animales sociales, que disfrutan de la compañía de sus dueños. Un gato doméstico que pasa demasiado tiempo solo en casa se aburre y puede acusar otro tipo de consecuencias poco saludables si vive en una soledad excesiva. Vale la pena considerar la convivencia del gato con otros. Solo hay que tener especial atención a la llegada de un nuevo gato a casa: la experiencia puede ser muy positiva y estrechar las relaciones sociales entre los felinos. Pero el encuentro, sobre todo durante los primeros días, debe ser paulatino.

 

10. Un gato feliz tiene dueños responsables

 

Cualquier animalito, y más si es un gato, necesita un dueño bien informado, con ganas de entender y estudiar su comportamiento y necesidades, y responsable, que le quiera tal y como es: un felino.

 

En todo caso, la mayor regla de oro es entender que los gatos no son perros. ¡Así de sencillo!
 

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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