5 tips para ser más accesible

No a todas las personas se les da de manera natural ser agradables o extrovertidas. A mí me llevó muchos años abrirme a la gente y permitir que otros llegaran a conocerme.

Hoy cualquier persona que me conozca diría que soy súper extrovertida y amiguera, que hablo hasta con las piedras, pero no siempre he sido así.

De niña y adolescente era más bien callada, más bien tímida, más bien solitaria… No tiene nada de malo ser de una u otra forma, pero sí es una realidad que a las personas extrovertidas se les abren las puertas de manera natural y sin mucho esfuerzo.

El esfuerzo es para ser extrovertidos, pero una vez que logramos tirar algunas de las barreras que nos impiden acercarnos a las personas todo se vuelve más fácil. Este artículo no busca cambiar la personalidad de nadie, sino darles tips para ser un poquito más accesibles y que a las personas a nuestro alrededor no les cueste trabajo acercarse a nosotras.

Esto les traerá beneficios en muchos aspectos, desde amistades hasta situaciones laborales y por qué no, tal vez un galán aparezca después de aplicar estos consejos:

1. Sonríe

Una sonrisa es la mejor arma, el mejor maquillaje y la forma más sencilla de decirle al mundo que eres una persona positiva, agradable y que estás dispuesta a entablar una conversación cuando sea apropiado.

Siempre es mucho más sencillo hablarle a una cara sonriente que a una cara neutra.

2. Sostén la mirada

Hay personas que no miran de frente, ya sea por pena o por personalidad, pero esta actitud no inspira mucha confianza. Si una persona no te sostiene la mirada el otro podría pensar que no te interesa o que eres una persona sumamente insegura. A final de cuentas no importa lo que opinen los demás pero si estás buscando acercarte a alguien sí debemos tomar en cuenta esta característica. Las personas confiables miran de frente y sostienen la mirada cuando necesitan. Ve a los ojos a las personas que te están hablando, notarás un cambio inmediato.

3. Pon atención a los detalles

En la oficina se ríen de mi porque me sé el nombre de todos los que trabajan en el piso… y sé cuántos hijos tienen, qué estudiaron, dónde viven o cualquier otro detalle que la gente haya compartido conmigo.

Poner atención a los detalles le hace sentir a la gente que la estás escuchando. Si no eres muy atenta por naturaleza procura recordar por lo menos 1 cosa y luego, cuando tengas oportunidad de hacer conversación, pregunta por esa cosa en particular.

Es decir, si en algún momento escuchaste que estaba buscando escuelas para su hijo, cuando te topes a esa persona en el pasillo pregúntale si ya decidió en qué escuela lo metería. Con esto ya tienes un tema de conversación listo para cualquier situación de la vida.

4. Escucha

Para poder recibir detalles de las personas es necesario escuchar lo que te dicen. Los mejores amigos son los que siempre nos escuchan, aunque les hayamos repetido la misma historia 200 veces. Esto aplícalo siempre en tu vida, no importa quién sea la persona que te esté hablando, si se está dirigiendo a ti es porque busca a alguien que lo escuche. Sé esa persona, conviértete en un buen oído para quien lo necesite.

5. Di cosas positivas

La gente que se queja todo el tiempo o que siempre está triste o deprimida o renegando del gobierno o de la situación actual del país no es muy socorrida. Es válido tener opiniones negativas sobre las cosas que pasan pero si las dices al primer encuentro te verán como una persona negativa en general, y estas personas suelen chupar la energía (por decirlo de alguna manera).

Proponte decir primero algo positivo y de preferencia hazle cumplidos a la gente. Si no sabes qué decir en un primer encuentro hazle un comentario lindo sobre algo que tenga puesto o algo que sepas que haya hecho, esto siempre abre la puerta y la gente empezará a percibirte como una persona agradable con la que estar (porque los cumplidos sinceros nos gustan a todos).

Eso sí, haz un cumplido de algo que realmente te guste, si no sonará falso y podría caer en la hipocresía. Siempre hay algo lindo que resaltar de cualquier persona, búscalo y hazlo notar.

Y lo más importante de todo… ríete de ti misma, no te tomes tan en serio. Si te pasa algo gracioso o incómodo lo mejor es tomarlo con humor. Si alguien te abraza y no te lo esperabas o si te dan la mano y tu diste un beso, ¡ríete! Es lo más fácil para terminar con un momento incómodo…