El trueque, una forma más digna que 'trabajar gratis'

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Cada año, desde que surgieron con intensidad las redes sociales, un post recorre persistentemente entre mis amigos. Cada año también cambia de visual y la manera de redactarse. El fondo no cambia: NO TRABAJO GRATIS. Según los expertos el 95% de los casos nadie paga un servicio que ha recibido GRATIS con anterioridad.



Desafortunadamente a últimas fechas esto cada vez se vuelve más una constante para los amigos, familiares y clientes en general. Es muy cómodo pedir algo sin dar nada a cambio.


Otros expertos, de acuerdo a la revista Fortune en 2011, declararon que en alguna década trabajar gratis sería la norma. Por suerte la norma suele ser algo que terminamos por romper los que no vivimos bajo ellas. El trabajo creativo es el que más difícilmente puede cobrarse por ser para muchos “intangible”. Sin embargo, suele ser el que más vale pero no sabemos monetizar adecuadamente por muchas razones. La principal, es el poco respeto que sientes por tu trabajo. Vamos a aprender un poco sobre el tema:



1.   Si regalas tu servicio impides que alguien SÍ PUEDA COBRAR por hacerlo, de esa forma el volumen de negocio decrece pues competir contra algo que cuesta CERO PESOS es IMPOSIBLE.

 

2.   Lo que define el valor de un producto es SU PRECIO. No extrañas lo que no vale nada, así que si defines que tu servicio tiene un valor de CERO, tu discurso es que no le das valor a tu trabajo.

3.   Si trabajas GRATIS trabajas MAL. Trabajar bajo el principio: por amor al arte lo único que logra es que el mercado vea tu trabajo como si estuvieras ganando una fortuna por él porque no tienes necesidad de él. Las exigencias del cliente serán igual o más que si te estuviera haciendo el favor de darte ese trabajo para que “aprendas a ganártelo”.

 

4.   La frase: tengo muy poco presupuesto no debe condicionarte porque cuando haces consciencia del valor de tu producto o servicio y logras convertirlo en una necesidad para tu cliente, éste hará lo que sea para buscar pagártelo. Si eres capaz de conseguirle más dinero a tu cliente a través de tu producto o servicio, siempre conseguirá presupuesto.

 

Una vez entendidos estos preceptos acerca del valor de nuestro trabajo,  pasemos a una tendencia en los negocios cuyo antecesor fue una actividad ancestral: el trueque.

 

En el lenguaje empresarial el llamado barter aparece de forma profesional en México en los años 90 en el sector publicitario, aunque hoy es tan popular que el 20% de las compras entre empresas nacionales utiliza este procedimiento.

 

Las transacciones más demandadas va desde los espacios de publicidad, los boletos de avión, noches de hotel, pinturas, impermeabilizantes, ropa, alimentos, mobiliario de oficina, entre otros. Hoy los insumos de computadora, servicios contables y de asesoría de negocios, y elaboración de proyectos han encontrado un formato redituable en este modelo, sobre todo para suministrar a las MYPYMES, quienes se puedan financiar si necesitan recursos para adquirir insumos, maquinaria o algún servicio profesional.

 

También, si se requiere abrir más mercado o conseguir más clientes debido a que, la forma de pago es el mismo intercambio en vez del efectivo, abre más posibilidades de prueba de producto lo que implica una recomendación de boca a boca que desde siempre y hoy más que nunca, es la mejor publicidad.

 

Esto también funciona para sacar excedentes de inventarios o para servicios con fechas de vencimiento como servicios de transporte y hospedaje. Incluso hay empresas en México que se dedican de forma profesional al barter.

 

Lo más barato para una compañía es negociar con su propia mercancía, así que seguramente tu cliente tendrá algo que ofrecerte a cambio de tu servicio. Su necesidad siempre tiene un precio y ese corresponde al valor de tu trabajo como profesional, pues el mundo hoy está evolucionando a darle mayor valor a las ideas. Ideas que puedan generar ganancias en cualquier sentido, pero las más valiosas el ahorro de recursos que impacten al entorno.

 

Con esta fuerza y visión, llega el consumo colaborativo peer to peer (de persona a persona) que no es otra cosa más que compartir lo que se tiene y se ahorra; una mezcla de recesión económica, tecnología e idealismo.

 

Esto cada vez más el sueño de los que mueven el dinero e invierten en este campo, pues la economía compartida llegó para quedarse,  no sólo como acciones individuales sino existen ya empresas dedicadas a estas iniciativas con mucho éxito, sobre todo desde que la crisis financiera, explotó. Sin embargo los sistemas tradicionales acusan de desleal e ilegal muchos de los servicios que se prestan a través de dicho intercambio. Y aunque para algunos expertos este modelo económico es por ahora insostenible, seremos los consumidores y prestadores de servicios los que determinaremos qué futuro le depara a esta propuesta que surge de forma creativa a dar respuesta a las necesidades sociales, económicas y ambientales, teniendo en cuenta las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías.

 

Y ahora con el escenario completo, está en ti resolver si tu trabajo merece ser intercambiado por un producto o servicio o simplemente seguirás desvalorizando no sólo el tuyo, si no el de los demás.

 

 

 

Por: Branding Boutique.

La primera agencia “boutique” especializada en la construcción de marcas enfocadas en productos y servicios dirigidos al mercado femenino además de branding personal para mujeres profesionales independientes y/o emprendedoras. Cuentan con una especialidad en Responsabilidad Social.

 

www.branding-boutique.com

@BrandingBoutique

 

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