Empleadas domésticas poco valoradas en México

¿Quién no se ha indignado por leer noticias que evidencian la explotación laboral de la que son presas miles de mujeres en fábricas textiles, que laboran hasta 65 horas a la semana por sueldos bajísimos?

O, ¿quién no se ha indignado con las noticias de las mujeres a las que no dejan si quiera levantarse de su lugar de trabajo para ir al baño y mucho menos comer?

Pero, ¿por qué no nos indignamos con la situación que día a día viven las trabajadoras domésticas en México? Desde la forma despectiva en la que se refieren a ellas como “chacha”, “muchacha”, “sirvienta” y una interminable lista de adjetivos que las descalifican.

Por qué nos indignamos con las arduas jornadas laborales de las que las mujeres son presas en manos de grandes consorcios comerciales cuando las empleadas domésticas, en múltiples ocasiones, trabajan todo el día, todos los días a la semana sin seguridad social, con bajos salarios y muchas veces por el simple hecho de recibir un techo donde dormir y alimento.

A colación del Día de la Empleada Doméstica, que se conmemora cada 30 de marzo, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, adelantó que el Presidente Enrique Peña Nieto enviará al Senado una propuesta para ratificar el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con la finalidad de reconocer los derechos que estas mujeres tienen.

Entre los cambios que la propuesta contempla se encuentran la de aumentar la edad para laborar en este tipo de actividad, a partir de los 15 años, así como crear una pensión universal que proteja a las mujeres en el ámbito de la seguridad social.

Se estima que actualmente existen más de dos millones 300 mil empleadas del hogar en edades de entre 12 y 70 años.