La hipocresía de criticar el cambio de Renee Zellweger

La hipocresía de criticar el cambio de Renee Zellweger
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No sé cómo lo hacen. La presión bajo la que viven me parece sencillamente insoportable, la manera en que están expuestas (de adentro hacia afuera y viceversa), a la merced de los depredadores sin escrúpulos que siempre esperan algo de ellas. No dudo que los frutos de su trabajo hagan que todo valga la pena (en el mejor de los casos, claro), pero las actrices de Hollywood no deberían pasar su existencia tratando de complacer los estándares más ridículos, injustos e inestables que impone la sociedad.

 

No envejezcas o nos burlamos (y si se nota mucho te corremos). Si te operas para que “nos olvidemos” de tu edad nos vamos a burlar de la forma en que te aferras a los últimos momentos de juventud (porque ya saben, sólo las mujeres jóvenes valen algo) y OBVIAMENTE también te vamos a correr.


No les voy a mentir, también quedé en shock cuando vi el nuevo rostro de Renee Zellweger. Cómo no sorprenderse, si parece otra persona. Me sentí mal. Aquí está una hermosa mujer que se atrevió a salir a la alfombra roja y sonreír para millones de cámaras, que son el primer filtro de una nueva campaña de destrucción psicológica y espiritual (ya saben, porque no hay nada mejor que hacer).


Las fuertes reacciones son el perfecto ejemplo de la obsesión que hay con los famosos y que es el padre de un fenómeno que lastima (a ellos y a nosotros): la creencia de que los cuerpos de completos extraños son propiedad pública para criticar, analizar, ofender y descartar.

 

 

Sí, ver la transformación física de una persona shockea, pero nos deberíamos impresionar más por por las reacciones inmediatas que hay a partir de ese cambio. Y Renee es uno de muchos ejemplos de una industria, y una sociedad, que objetiviza a sus integrantes y hace negocio con el cuerpo de la mujer (aun cuando parece que las defienden).

 

Como saben Renee llegó a la alfombra roja del evento de la revista Elle Women in Hollywood, recordándonos que tendrá su primera participación en un película en más de 5 años… pero nada de eso importó. Y los ataques, porque no se les puede llamar de otra forma, no se hicieron esperar.

 

Desde los blogs más pequeños hasta las páginas de noticias más serias. Por los comentarios parecía que Pie Grande había posado para las cámaras. Claro, que no es ninguna sorpresa saber que esas personas que ofendieron a Renee, son las mismas que se indignan cuando una mujer deja que el paso de los años se refleje naturalmente en su cuerpo. El Señor nos cuide de que se te vean las arrugas, te dejes las canas, te salga celulitis o se te caigan las chichis.

 

Esperamos que las famosas sean perfectas y que lo tengan TODO: belleza, talento, juventud, consciencia y humildad… me parece raro que no les exijamos que puedan leer la mente.

 

“Pobre Renee… quedó súper mal” escuchamos por ahí.

 

Ahorrémonos los suspiros, que ya no le dan ningún efecto a la hipocresía que ejercemos sobre las celebridades que también son de carne y hueso. 

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