Las mujeres ignoradas de la Primera Guerra Mundial

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Hace 100 años estalló la Primera Guerra Mundial. Diez millones de soldados y civiles muertos y 20 millones de personas heridas o desplazadas fue el saldo de esta cruenta lucha en la que, como siempre, las mujeres y los niños sufrieron la peor parte.

 

En este centenario luctuoso vale la pena conocer una investigación que revela lo siguiente: a pesar de haber trabajado y luchado tanto como los hombres, el papel de las mujeres durante la Gran Guerra fue silenciado.

 

La Historia no reconoce el rol de las mujeres

 

Para Graciela Padilla Castillo, coautora del trabajo y miembro del Instituto de Investigaciones Feministas en la Universidad Complutense de Madrid, “las consecuencias sociales y políticas de la guerra modificaron los estereotipos tradicionales de género y dieron paso a una nueva mujer moderna, que no se limitaba a vivir en el ámbito privado del hogar. Pero, cuando se volvieron a rehacer las ciudades, al finalizar el conflicto, fue como si esto nunca hubiera pasado”.

 

Javier Rodríguez Torres, de la Universidad de Castilla-La Mancha y también coautor del estudio, agrega que la mayoría de los tratados obviaron la figura y las tareas de la mujer durante la Primera Guerra Mundial, que quedó en la retaguardia, “pero ni mucho menos en segundo plano”.

 

Oscurecidas por sus parejas

 

De acuerdo con Graciela Padilla Castillo y Javier Rodríguez Torres, autores de La I Guerra Mundial en la retaguardia: la mujer protagonista. Historia y Comunicación Social (2013), muchas mujeres quedaron “oscurecidas por sus parejas en este período, porque incluso les tenían que regalar sus obras y sus avances para que los publicaran ellos en vez de ellas”.

 

La investigación se centra en los países de la contienda: Alemania, Gran Bretaña y Francia, por ser los que más sufrieron la guerra. Es curioso saber, por ejemplo, que, hasta el momento de la guerra, se había avanzado hacia nuevos derechos de la mujer, como el sufragio universal y la educación. Sin embargo, “con la contienda todo se paraliza”. Aunque se rompieron muchas costumbres patriarcales, “al acabar la guerra, lo primordial fue reconstruir las ciudades, atender a los heridos y a los mutilados, y esto supuso un freno para muchas cosas, también para la situación de la mujer”, subraya Padilla.

 

Víctimas que garantizaron la supervivencia

 

La Primera Guerra Mundial movilizó a unos 65 millones de soldados entre todos los contendientes, provocó que la retaguardia quedara huérfana de mano de obra y hubo que recurrir a la mujer para mantener la producción. Como ejemplo, los investigadores señalan que 430.000 francesas y 800.000 británicas pasaron de ser amas de casa a obreras asalariadas e incluso, muchas de ellas forman parte de la propia guerra.
“En Alemania, sin participar directamente en las unidades de combate, contribuyeron en las actividades de la guerra, trabajando en las fábricas de armamentos y desarrollando diversas tareas cerca del frente de batalla: avituallamiento, depósito de municiones, etc. Poco antes de terminar la guerra, casi 68.000 mujeres reemplazaron a los hombres que estaban en el frente”, aseguran.

 

Casi 68.000 mujeres reemplazaron a los hombres trabajando en las fábricas de armamentos

 

Según Padilla, “las mujeres demostraron que podían tener roles totalmente nuevos. Antes de esta gran guerra se hablaba de que las mujeres no podían desenvolver los mismos trabajos por diferencias físicas y psicológicas, y eso afortunadamente se rompió”.

 

En las fuerzas armadas

 

En Inglaterra, las mujeres también participaron en el conflicto bélico como civiles, con o sin remuneración. De hecho, 80.000 mujeres se enrolaron como auxiliares en las unidades femeninas de las fuerzas armadas. Otras tantas prestaron servicio como enfermeras. En Rusia se formó la primera unidad de combate exclusivamente femenina, el Batallón de la Muerte de Mujeres, compuesta por 2.000 voluntarias que fueron entrenadas por Maria Leontievna Bochkareva, más conocida como Yashka.

 

Cambio del estereotipo femenino

 

La Primera Guerra Mundial trajo consigo los primeros conceptos modernos sobre la mujer y la sociedad: la aparición, por primera vez en la historia de Europa, de una sociedad mixta. Las féminas ocuparon los sillones de los varones y pudieron mantener una vida pública y privada que favoreció su desarrollo personal y profesional. Asimismo, rompió con las costumbres de la época, provocó cambios sustanciales en las relaciones familiares y maritales, y hasta cambios estéticos que siguieron impulsando su emancipación.

 

De acuerdo con los investigadores, el mejor ejemplo de este cambio político fue Gran Bretaña. “Allí, las sufragistas perdieron, catorce veces, pugnas parlamentarias para conseguir el derecho al voto. Sin embargo, su empoderamiento como consecuencia de su contribución a la Gran Guerra fue decisivo para su obtención en 1928”, señalan Graciela Padilla Castillo y Javier Rodríguez Torres.

 

Un último dato que nos deja escalofríos: según el Instituto Henry Dunant, durante 5.000 años de historia, se han producido más de 14.000 guerras, que han causado la muerte de 5.000 millones de seres humanos. Las mujeres, como siempre, han sido protagonistas ignoradas.

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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