¿Por qué nuestra obsesión por las princesas Disney?

En varias ocasiones te he presentado a las princesas Disney en cientos de campañas sociales. Para muestra las de la violencia de género realizadas por Saint Hoax o las princesas en Gaza, trabajo de AleXsandro Palombo. Pero, ¿por qué nuestra obsesión por las princesas de Disney?

Eliana Dockterman lo describe bien. Es la necesidad de que las princesas crezcan con nosotras y que juntas descubramos que el mundo no es tan rosa como pensamos o, peor aún, que el “Y fueron felices para siempre” en realidad no es eterno.

Por eso, la necesidad de que nuestras amadas princesas padezcan problemáticas actuales y graves que aquejan a nuestra sociedad y las mujeres hoy en día.

Para muestra, una mujer que sufre violación sexual “no vive feliz para siempre” y el romance de hadas en realidad no existe. Si Bella y Gastón vivieran en nuestros tiempos, por ejemplo, el hombrecillo poderoso y engreído ya le hubiera enviado imágenes inapropiadas a la princesa a través de su Smartphone.

Son rentables…

Las princesas de Disney son rentables. Por años han dejado grandes ganancias a Disney. Para muestra, las caricaturas y sus franquicias (show de TV, ropa, juegos, juguetes y demás accesorios) aportaron 1.5 billones de dólares a Disney en EEUU tan sólo en 2012.

Algunas veces, la dicotomía usada para mostrar la inocencia y la corrupción funciona muy bien para dar a conocer ciertos temas como la violencia de género. La mayoría de las veces, sin embargo, se recurre a las princesas como protagonistas de estas campañas para “obligarlas” a que crezcan con nosotras.

Sin lugar a dudas que la empatía que nos causan las princesas es utilizada por los artistas modernos para exponer temas que necesitan de una urgente resolución, sin embargo, ¿tú disfrutas ver a tus personajes favoritos en todo tipo de acto violento o problemática actual?