¿Te estás convirtiendo en tu mamá?

¿Te has cachado a ti misma diciendo algo que tu mamá diría? ¿O recogiendo el tiradero después de una fiesta antes de irte a dormir, justo como tu mamá haría?

Está pasando: cada vez te pareces más a tu madre. Dices sus frases, haces sus gestos, tienes sus manías y llevas a cabo todo eso que un día le echaste en cara...

Porque nos quejamos de ellas pero no sabríamos qué hacer sin ellas. Es hora de ver si aprendiste de la experta:

1. En tu coche siempre tienes un paraguas, unos flats y la mitad de tu clóset. Como diría tu mamá, más vale ser precavida.

2. Aunque en Facebook te juras la más hipster, cuando viajas siempre compras la ¡HOLA! para ir leyendo en el avión.

3. Cambiaste Forever 21 por Massimo Dutti e YSL y crees que Calvin Klein es “súper moderno”. Aprendiste de la experta que importa más calidad que cantidad.

4. Vas a –y recomiendas– cualquier súper o bazar orgánico.

5. Tienes una amiga –o tú eres– interiorista.

6. Te preocupa el aumento del dólar.

7. Leíste un libro de autoayuda que te pareció buenísimo.

8. Dejas comentarios en el muro de Facebook de algunos restaurantes tipo: “Buenísimo el gazpacho, muy recomendado”, o “¡Felicitaciones al chef!”.

9. No puedes estudiar o trabajar si tu espacio no está limpio y acomodado.

10. Empiezas a creer que ella tenía razón en cuanto a que nada bueno sale después de las 3:00 am.

11. Haces tus “proyectos de Pinterest” y los compartes con tus amigas en el brunch del fin de semana.

12. Sabes lo que es un brunch.

13. Planeas un brunch.

14. Tiendes tu cama. Quizá no todos los días, pero finalmente entiendes que no hay nada mejor que llegar a una cama ordenada.

15. Te molesta cuando alguien cancela algún plan, no confirma su asistencia o es impuntual… ¡Se llaman buenos modales!

16. Haces “listas”, que si para ir al súper, para organizar tus pendientes, tus compromisos, etcétera.

17. Bed Bath and Beyond, City Market y Zara Home son tu safe place.

18. Eres brutalmente honesta con tus amistades porque consideras les estás haciendo un bien.

19. Encuentras la oportunidad de enseñar las fotos de tu perro o gato en todas las ocasiones: “¿Quieres ver a mi bebé? No sabes, es súper bien portado. Se ve precioso, ¿no?”.

20. Sabes que es mejor no traer barniz de uñas, a tenerlas descarapeladas.

21. Aun estando ultra peda, llegas a tu casa a desmaquillarte, lavarte la cara y ponerte la crema de noche.

22. Manipulas a tu novio para hacer cosas que no quiere hacer de una forma sutil y convincente. Tal cual lo hacía tu mamá con tu papá.

23. Tomaste sus reglas para vestir “apropiadamente”.

24. Si no comiste nada antes de salir de casa, te das un auto-speech de por qué “el desayuno es la comida más importante del día”.

25. Antes de colgar una llamada con tus amigas dices algo como: “Salúdame a (inserte el nombre de su pareja), espero verte pronto, besitos”.

26. No entiendes a las mujeres que usan clutch en vez de bolsa, I mean, ¿dónde ponen el agua, el maquillaje, la cartera, los kleenex, las llaves y el kit de emergencias que toda mujer necesita?

27. Haces yoga.

28. Te emocionan las despedidas de soltera, baby showers y bodas. Y en tus fotos de Instagram usas hashtags tipo #BODAMYR, #BabydePablito y #BridetobeOnfire.

29. Sabes que no hay nada más reconfortante que opinar sobre los divorcios ajenos.

30. Lloras cuando ves un video de dos minutos de un delfín bebé siendo milagrosamente salvado. Y después lo compartes en Facebook, para “generar conciencia”.

Artículo original de Victoria Carbajal Esponda... si les latió síganla en Instagram.

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