¿Por qué debes hacer las paces con tu mamá?

Hacer las paces con mamá
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Conozco el caso muy cercano de una amiga que lleva casi un año sin hablarle a su mamá. Y todo por un malentendido. Es verdad que la madre de mi amiga tiene un carácter fuerte, siempre fue una luchadora que sacó sola a sus cinco hijos después de quedar viuda y no acepta un NO por respuesta. También es cierto que mi amiga es bastante rencorosa y su privilegiada memoria le permite recordar todos y cada uno de los malos momentos que le ha hecho pasar su madre. Dos caracteres fuertes que chocan constantemente.


Lo que mi amiga no sabe es que su mamá empieza a tener síntomas de Alzheimer y que el tiempo se agota para hacer las paces y cerrar de una buena vez todos los malentendidos, discusiones y peleas que hayan tenido en el pasado. Porque la vida pasa veloz y luego será demasiado tarde para arrepentirse.

 

Pensando en mi amiga, encontré un libro que le será sumamente útil y que lo recomiendo a todas aquellas personas que están pasando por una situación parecida. Se titula Madres e hijas. Como hacer las paces con mi mamá, de la escritora Iris Krasnow. En sus páginas, la autora aborda, de una manera sensible y realista, la siempre difícil relación madre-hija. Lo hace a través de un buen número de conmovedoras historias que tienen que ver con el amor, el maltrato, la competencia, el descuido y todos aquellos traumas que muchas mujeres han vivido en su relación afectiva.

 

Madres e hijas explican cómo han logrado restaurar las heridas y reconciliarse, de qué manera han pasado de los viejos rencores a la nueva amistad, y del enojo a la comprensión. Krasnow nos recomienda acudir al perdón, soltar lastres y aprender a amar al ser humano que, después de todo, y con todas sus imperfecciones y errores, nos ha dado la vida. Si quedamos atrapadas en una red de odio y sufrimiento, no seremos capaces de amarnos a nosotras mismas, ni a ser libres y fuertes, agrega la autora.

 

Espero que mi amiga recapacite y tienda un puente antes de que sea demasiado tarde. Un poco de humildad y un “te quiero, mamá”, sería el mejor regalo este 10 de mayo, ¿no les parece?
 

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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