Esta historia te dejará claro porqué una embarazada NO debe beber alcohol

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Si Karli fuera una niña todo sería perfectamente normal, pero tiene 43 años y apenas cursa el primer año de primaria.

 

Cuando su mamá tenía 16 Karli fue diagnosticada con el síndrome del alcoholismo fetal, resultado del exceso de alcohol que su mamá consumió durante todo el embarazo.

 

Karli no tiene capacidad de decidir por sí misma, no es independiente, no puede predecir comportamientos peligrosos, ni cruzar la calle sola o tan siquiera recordad que tiene que lavarse los dientes.

 

 

“Adoro a mi hija. Es una niña muy dulce pero todos los días me pregunto, ¿qué hubiera pasado si el alcohol no hubiera sido parte de mi vida?”

 

Esto es lo que a diario se pregunta Kathy, su mamá, que debido al exceso de alcohol durante el embarazo provocó que su hija naciera con esta condición.

 

Asimismo, Kathy también era adicta a la heroína lo que la llevó a tener dos abortos espontáneos.

 

Los efectos del síndrome del alcoholismo fetal incluyen crecimiento tardío, discapacidad intelectual; problemas neurológicos, emocionales y de conducta como déficit de atención; y complicaciones con la visión y el lenguaje.

 

Algunas veces, también los niños pueden nacer con ojos pequeños, labios superiores delgados y un surco nasolabial plano. El síndrome del alcoholismo fetal NO tiene cura.

 

El mismo año en que Karli nació el síndrome fue descubierto por la comunidad médica. Entonces Kathy decidió compartir su trágica historia para crear conciencia en otras madres y alertarlas de los peligros de beber durante el embarazo.

 

“Uno de los peores días de mi vida fue cuando me enteré de la condición de mi hija, desde ese momento supe que tenía que hacer todo lo que estuviera en mis manos para prevenir que esto le pasara a más niños”.

 

Kathy cuando era adolescente

 

Hoy Kathy, de 61 años, es vicepresidenta de la National Organization on Fetal Alcohol Syndrome, una organización sin fines de lucro que quiere crear conciencia de los riesgos del alcohol durante el embarazo y en las familias.

 

 

Con eso Kathy espera que su historia ayude a otros a no cometer el mismo error que ella. ¿Qué te parece?

 

Con información e imágenes de The Washington Post.

 

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