Cómo hablar del divorcio con tus hijos

Hablar del divorcio con tus hijos
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El divorcio pueden, en ocasiones, ser un evento muy doloroso y traumático para la pareja e hijos. Simboliza un fuerte duelo donde existe la pérdida de la pareja, identidad, cambio de hogar y sobre todo la añoranza del concepto ideal de familia unida.


En momentos uno se aferra a sentimientos negativos como el odio, enojo, culpa, traición o coraje pensando que con eso se hace justicia por su propia mano. Echar culpas y no responsabilizarse  se convierte en una forma de evadir el dolor real. Existe un gran miedo para alcanzar conciencia y asumir la parte de responsabilidad y poder cerrar ese capítulo como verdaderos adultos.


Se escucha el término “ya nos divorciamos” pero no sanar y perdonar te lleva a estar en una lucha por siempre. Atrás de un gran enojo puede existir una tristeza ante la situación vivida y por la familia que está dividida. 

 

No le temas a tus sentimientos: las lágrimas aparecen, el llanto aflora, las lágrimas comienzan a curar, ayuda a limpiar todo aquello que se ha quedado aprisionado en el pecho, en la garganta y en el corazón.


Tocar el dolor como adultos permite procesar las experiencias vividas, llorar por lo pasado y usar la llave de la aceptación: el perdón.


Como parejas heridas poder caminar por el camino del perdón ayudará a que los hijos puedan tener un proceso más fácil de asimilación y aceptación.


En momentos, se deposita mucha energía centrada en la pareja y uno supone en automático que fue lo mejor para los niños. Existe un miedo por parte de los padres a encontrar algo que no quieren ver: la culpa. Se compensa la soledad y el abandono a través de objetos materiales y se evade la tristeza o el enojo que existe en los pequeños.


Las necesidades emocionales no resueltas se convierten en síntomas. La psicóloga catedrática de Berkeley y Stanford experta  en temas de divorcio Judith Wallerstein (1921-1912) explicó que existe poca atención ante los efectos emocionales que los hijos pueden manifestar: 41% de los niños de padres separados son temerosos, agresivos, tienen baja autoestima y presentan dificultades en su comportamiento o desempeño escolar. Sólo un 45%  de los hijos superan satisfactoriamente el divorcio de sus padres.


Quien mira con absoluta serenidad, mira con atención. El que así escucha, lo oye todo. Para todo padre de familia que quieren entender lo que vive un hijo en una separación les damos las siguientes herramientas:


“Tu padre nos abandonó”

 

Realmente el hijo siente un gran abandono y ausencia por el padre que deja el hogar. Muchas veces piensa internamente que fue su culpa al no haberse portado bien, por no haber sacado buenas calificaciones lo que pudo haber llevado a papá y mamá pelear. Es importante nunca reafirmar que su padre los abandonó y explicar que se separaron por consentimiento propio.

 

"Tu nueva casa será más grande”

 

El niño que vive un divorcio siente una fuerte pérdida cuando tiene que dejar la casa en especial su cuarto que lo vio crecer. Su rincón preferido, su lugar en el comedor, a sus vecinos, etc. El hijo vive una pérdida de hogar y es necesario que pueda llorar si se tiene que cambiar de lugar. Evitar comentarios como: “te prometo que no extrañarás nada, esta casa es más padre, tu nuevos vecinos serán mejores”.

 

“Será un tiempo de vacaciones”

 

Efectivamente la rutina diaria de tener un horario, asistir a clases, cumplir con obligaciones, jugar, ver la tele, cenar en familia llenan su mundo. Es importante que cuando esté en sus dos casas el hijo pueda seguir con la misma estructura para evitar sentir ansiedad. Tratar que las reglas sean parecidas. Lo desconocido es lo incierto. Fomentar en el hijo lo conocido y lo seguro para generar confianza.

 

“Tú y yo somos un equipo”

 

Un hijo siempre tendrá una lealtad oculta por ambos padres. Saberse aliado de uno automáticamente le llena de angustia y culpa ya que ve a su otro padre desprotegido. Cuando el niño o adolescente escucha a uno de los padres decir: tú y yo nos llevamos perfecto en cambio con tu mamá…

 

“Nunca te vayas a parecer a él”

 

Desacreditar a la ex pareja delante de un hijo lo que genera mucho enojo con la persona que está agrediendo y mucha tristeza y decepción de poder ver algo de cierto con el comentario. Se puede dejar de ser pareja pero nunca se deja de ser hijo. Se tiene que tratar de fomentar respeto por el padre de los hijos.

 

“No le vayas a decir nunca a tu mamá”

 

Colocar a un hijo en medio de una situación de adultos fomenta en el hijo miedo y confusión. Los hijos siempre deben de estar colocados en la posición de recibir y ser amados. Evitar ponerlos en la posición de que tengan que mentir para proteger.

 

“Que fácil tu papá te consiente y yo educo”

 

Evitar comentarios como “claro él es buena onda y yo la bruja”. El hijo no tiene la culpa como acordaron los días de visita. Es evidente que el padre que vea al hijo los fines de semana procurará tener mayores momentos de ocio. Es muy significativo no comprar la ausencia con regalos. En cambio, es importante regalar la compañía. Se recomienda generar vivencias sanas y no exagerar con excesos. Incluir obligaciones y responsabilidades el fin de semana generan un mayor balance en el mundo interno del niño.

 

"Si va tu mamá al festival, yo no voy"

 

Logros académicos, deportivos y reconocimientos son trascendentales en la vida de los hijos. El poder tener a ambos en momentos como juntas escolares, juegos de futbol, recitales, graduaciones genera confianza de que sigue siendo importante para ambos. El saber que uno de sus padres no va si el otro va, hace que el niño se siente culpable por dichos reconocimientos y preferiría pasar desapercibido.

 

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Londres 75- 401 d
Col. Juárez c.p. 06600, Méx. DF
Tel. 55142689
Mail: helenlebrija@hotmail.com
Twitter:   @helenlebrija

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Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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