5 cosas que crees que son buenas para tu perro (y no las son)

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Si no eres seguidora fiel de Cesar Millan tal vez todavía creas algunos de estos mitos de cuidar perros que en lugar de ayudarlos los perjudican. Los perritos te entienden menos de lo que crees, aunque a veces sus reacciones te indiquen lo contrario. Checa estas 5 cosas que son malas para tu perro.

 

1. Regañarlos cuando llegas a casa


Este es un pleito constante entre mi novio y yo. Llegamos a la casa y Luna se comió algo o mordió algo y el primer instinto es regañarla. Ella no sabe por qué le gritas, pero corre y se esconde como si sí supiera lo que hizo. Luna es un perro, corre y se esconde porque la estás regañando, de hecho probablemente crea que el regaño es por ir a recibirte a la puerta.

 

Los perros tienen memorias muy cortas. Los regaños y los premios se deben dar al segundo. Si la cachas en el acto entonces regáñala, pero si te enteras de su travesura horas después ya no vale la pena.

 

2. Apapacharlos cuando se asustan


Cuando el perro está asustado y le hablamos en un tono diferente (no me mientan, todos lo hacemos, “ay Lunita no te asustes chiquita no pasa nada”) el perro se pone aún más nervioso porque cree que tú también estás asustada. Si lo que le da miedo es, por ejemplo, un ruido, aviéntale la pelota o juega con él como siempre lo haces. Si le da miedo una persona nueva ignóralo y saluda al “extraño” como normalmente lo harías. Tu perro se calmará cuando se dé cuenta de que estás calmada. 

 

3. Regañarlo cuando se hace pipí de la emoción


Si cuando llegas a casa tu perrito se emociona, corre, agacha la cabeza y hace pipí gritarle no solucionará el problema. La mejor forma de lidiar con esto es ignorar al perro cuando llegas, hasta que se calme. No lo veas, no lo acaricies, espera a que deje de brincar.

 

4. Gritarle cuando ladra


Si son las 3 de la mañana seguramente tu primer instinto es gritarle a tu perro desde la cama para que se calme, el problema es que el perro ladra por estrés, y tus gritos lo estresan más. Ignorarlo es una opción, pero si te pasa muy seguido vas a tener que entrenarlo para que ladre cuando tú quieres a base de premios. Prémialo cuando le indiques que ladre y lo haga, luego prémialo cuando le digas que se detenga y te haga caso. Así podrás controlar también los ladridos de las 3 de la mañana.

 

5. Verlos a los ojos


Este es un problema que tienes que cuidar con los perritos adoptados. Verlo a los ojos significa que eres dominante. Para las mascotas que han vivido en tu casa por mucho tiempo o para los perritos que tienes desde cachorritos no es problema, pero con un adoptado te recomiendo no hacerlo al principio porque puede no estar de acuerdo con que lo domines y reaccionar de forma violenta.

 

En realidad debemos recordar que nuestros perritos no nos entienden, y debemos ser muy claras con las señales corporales e indicaciones verbales que les damos. 
 

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