Cómo manejar los puntos de humo de los aceites

aceites_01.jpg
aceites_01.jpg
Recibe lo mejor de nuestro contenido en tu correo SUSCRÍBETE

Al hacer click en Suscribirme quedarás registrad@ a nuestro boletín el cual podrás cancelar en cualquier momento.

Cuando se está cocinando con aceite o cualquier grasa, y llega a su punto de humo, éste comienza a descomponerse, liberando humo en el proceso. Los cambios químicos que se desarrollan pueden arruinar el sabor de los alimentos que se cocinan.

 

Las diferentes grasas tienen diferentes puntos de humo. Si estás cocinando a temperaturas muy altas – por ejemplo, friendo o salteando – elije una grasa con un punto de humo alto, prueba uno refinado o con base vegetal. Los aceites de maní y soja (soya) por ejemplo, son capaces de soportar hasta 232 grados – cualquiera de los dos es perfecto para freír camarones o preparar pollo frito.

 

Grasas con puntos de humo más bajo se comportan bien en temperaturas bajas o a fuego medio, úsalos para saltear salsas o dar un acabado a las salsas fritas. Opta por aceite de oliva (210 grados) o mantequilla (176 grados) para estos usos. La mantequilla clarificada, refinada al eliminar los sólidos de la leche, puede soportar hasta 204 grados antes de emitir humo.

Compartir en Facebook compartir en twitter, se abrirá en otra ventana Compartir en Pinterest Agregar a favoritos Enviar por correo electrónico