Dinos cuándo naciste y te diremos de qué te vas a enfermar

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Según una reciente investigación de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), el mes en el que nacemos podría determinar de qué nos vamos a enfermar. Para llegar a estas conclusiones, un equipo de investigadores desarrolló un algoritmo que compara las fechas de nacimiento y los registros médicos de aproximadamente 1.7 millones de pacientes que fueron tratados entre 1985 y 2013 en el New York Presbyterian Hospital.


De acuerdo con el estudio, publicado en The Journal of American Medical Informatics Association, 55 de las 1,688 enfermedades consultadas están correlacionadas con la época del año en la que nacemos. Las enfermedades que más coinciden son las cardiovasculares, respiratorias, reproductivas y neurológicas. Sin embargo, en palabras de una de las investigadoras, Christa Sgobba, “los científicos creen que algunos factores ambientales, los niveles de vitamina D o la temperatura y las fluctuaciones pueden ser los responsables”.

 

Lo que dicen otras investigaciones

 

Primero, debemos decir que hay que tomarse con mucha cautela y hasta con cierto sentido del humor, algunos otros estudios que se han elaborado teniendo en cuenta la temporada del año en que se nace. En un interesante y extenso artículo de la periodista Alba Ramos Sanz, del portal español EL Confidencial, encontramos algunos ejemplos.

 

• Primavera

 

Una investigación realizada en 2012 y publicada en la revista BMC Medicine aseguró que el desarrollo de enfermedades autoinmunes –incluyendo la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide o la colitis ulcerosa– es más común en las personas que nacen en abril y meses cercanos, que en aquellas nacidas en octubre, justo seis meses después, en que se detectaron los índices más bajos. No hay que asustarse, en realidad el riesgo es de 5%.

 

Los autores del estudio creen que podría estar relacionado con niveles bajos de vitamina D durante el tercer trimestre del embarazo, lo que afectaría al desarrollo correcto del sistema inmunológico, incrementando el riesgo de padecer este tipo de enfermedades.

 

• Verano

 

Un estudio del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología asegura que las personas que nacen durante el verano suelen mostrar un temperamento ciclotímico, que se caracteriza por cambios frecuentes y repentinos de humor pasando de la tristeza a la alegría.

 

Esto podría ser consecuencia de alteraciones en el funcionamiento de sus neurotransmisores. Según explica Xenia Gonda, autora principal de la investigación, “esto podría deberse a que al nacer en esos meses se exponen a determinados gérmenes o alérgenos que se encuentran en el aire o la luz y a las temperaturas en las que se encuentran en el vientre materno justo antes de nacer y poco después del parto”. Cuando estas alteraciones en el estado de ánimo se muestran muy severamente podrían derivar en ciertos trastornos graves.

 

• Otoño

 

Según una investigación realizada en 2012 y publicada en la revista Allergy, los niños nacidos durante los meses de otoño son entre 30% y 90% más propensos a desarrollar alergias alimentarias a la leche, los huevos o los cacahuates que aquellos nacidos en cualquier otra estación del año.

 

Esto podría deberse a factores medioambientales ya que al nacer en otoño se enfrentan a una falta de vitamina D; esto resulta crucial durante su desarrollo y afecta a su sistema inmunológico haciéndolos susceptibles a ciertos alérgenos. Los niveles bajos de vitamina D pueden disminuir la eficacia de la piel como barrera protectora dejando que los alérgenos penetren en su organismo desde muy pequeños.

 

• Invierno

 

Un grupo de investigadores alemanes encontró una relación entre el uso predominante de la mano izquierda y los meses de invierno. Sin embargo, esta curiosa coincidencia sólo se desarrolla en varones. Según los autores del estudio, “es probable que los niveles de testosterona en el útero afecten al desarrollo del cerebro del feto, y si son elevados pueden retrasar la maduración del hemisferio cerebral izquierdo, haciéndolos más propensos a ser zurdos”.

 

El hecho es que cuando los días cuentan con más horas de luz –entre mayo y junio– se estimula una mayor secreción de esta hormona, por lo que los nacidos a finales de otoño y principios de invierno reciben altas dosis de testosterona durante los cuatro primeros meses de desarrollo en el vientre materno. Periodo en el que se desarrollan capacidades como el futuro uso dominante de una u otra mano.

 

Curioso, ¿no te parece?
 

 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, mas no la ideología de actitudfem.com

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