Esta chica usó la copa menstrual por primera vez y nos cuenta cómo fue su experiencia
La copa menstrual siempre me ha causado mucha curiosidad, y más de una vez me he repetido que voy a probarla.
Para algunas mujeres puede ser perfecta para controlar el flujo menstrual, pero para otras la experiencia puede ser abrumadora.
Tal es el caso de Sammy Nickalls, una chica que contó su experiencia con la copa menstrual. El texto original fue publicado en Hello Giggles.
“Cuando se trata de mi periodo, tengo la misma rutina por años. Desde el inicio he usado Primero tampones. Los compro religiosamente cada mes, y es que creía que no había una mejor opción.
Luego oí de la copa menstrual y admito que el tema me intimidaba en un inicio. ¿Qué pasa si se derrama? ¿Cómo podría cambiármela en el trabajo, o en cualquier baño público?
La siguiente vez que tuve mi periodo menstrual, estaba de viaje por Europa, y me olvidé por completo de guardar unos tampones en la maleta por si la ocasión lo requería, así que me decidí a probar la copa.
Tuve algunos problemas iniciales para ponérmela. Y es que, según las instrucciones, debes doblarla en forma de origami.
Finalmente lo logré y aunque caminé de manera graciosa durante los primeros minutos, después de un tiempo se me olvidó que la traía puesta.
Unas horas después volví al baño a checar cómo estaba todo. Me senté, y al revisar, descubrí algo con horror…
¡La copa se había movido!
Traté de mantener la calma y pensé que era normal que esto sucediera las primeras veces que la usas.
Por más que traté de calmarme, era rarísimo saber que tenía un objeto extraño dentro de mí, así que después de romper en llanto mi novio me dijo que me llevaría al hospital.
Y entonces, imaginé estar esperando en la sala de emergencias (por quién sabe cuánto tiempo), sintiéndome incómoda, torpe y avergonzada, solo para que después un médico me la quitara sin ningún problema.
Entonces sonreí y le dije que volvería a intentarlo. Que trataría de quitármela yo misma.
Después de estar mucho tiempo en cuclillas, contorsionándome para sacarla, finalmente lo logré.
Me quedé ahí sentada, en shock, tratando de luchar contra esa copa. Y luego, di el mayor suspiro de alivio en mi vida.
Obviamente la copa terminó en un bote de basura.
Aún no sé si hice algo mal, después de todo conozco a muchas mujeres que la usan felizmente, pero por ahora, aún sigo en la búsqueda de encontrar la alternativa perfecta a los tampones.
Cada mujer se siente cómoda con algo diferente, y no hay un producto que funcione igual para todo el mundo, pero tal vez, algún día vuelva a probar la copa de nuevo".
¿Las has usado? ¿Cuál es tu experiencia?
Cortesía de imágenes: iStock