Sólo hay una forma correcta de limpiarte las orejas y seguro lo estás haciendo mal

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Seguramente aprendieron a limpiarse las orejas desde chiquititas, casi justo cuando aprendieron a bañarse y todo eso… Y seguramente aprendieron a hacerlo con cotonetes, ¿cierto? Pues hemos estado equivocadas toda nuestra vida.


Los cotonetes dañan más la oreja que si no los usáramos, porque, aunque nos dejen esa sensación de orejas limpias y felices y nos hagan sentir como que la rutina está completa cuando los tiramos a la basura con la odiada cera, la realidad es que están empujando más cera hacia el oído de la que sacan.


Pero eso no es todo… quitar la cera de nuestras orejas es dañino para los oídos. Por mucho que la odiemos, la cera funciona para evitar que agentes externos entren al oído, así que quitarla por completo podría significar nuevas alergias y enfermedades.


Además, según nos platicaron varios pediatras, podemos excedernos en el uso del cotonete y terminar abriendo un hoyo directo a nuestro oído por introducirlo demasiado.


Mi papá, un pediatra, alergólogo e inmunólogo que ha visto millones de infecciones de oído en su vida, siempre estuvo en contra de los cotonetes y dice que la mejor forma de limpiar las orejas es con el dedo meñique, sin uñas largas y sin presionar demasiado. Lo que pueda retirar tu dedo es la cantidad exacta de cera que dejes quitar. Lo demás está ahí para prevenir enfermedades.


Si dejar los Q-tips es muy complicado para ustedes, los doctores recomiendan reducir el uso a 3 veces por semana y nunca jamás meterlos más allá de la superficie. Ahí a donde llega su dedo, ahí deben detener el cotonete.


Remedio casero


Un súper remedio casero que nos dieron los doctores para reducir la cantidad de cera de manera natural es:


En un gotero para los oídos coloca aceite de oliva o de bebé. Una vez a la semana antes de dormir coloca 3 gotas dentro de cada oído, masajéalo suavemente y tápalo con un poco de algodón para que no se manchen tus almohadas.


Al día siguiente durante tu baño coloca un poco de peróxido de hidrógeno en tu oreja, una pequeña cantidad y sin empujarlo. El peróxido hará burbujas y se llevará la cera que se removió durante la noche, dejando tus orejas súper limpias.


 

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